
Las autoridades de Texas confirmaron este domingo que la cifra de fallecidos por las fuertes inundaciones en el centro-sur del estado se elevó a 70, mientras continúan las labores de búsqueda por parte de cientos de socorristas y voluntarios.
El alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., uno de los territorios más golpeados por la emergencia, informó que solo en esa zona se han registrado 59 víctimas mortales, de las cuales 38 eran adultos y 21 menores de edad.
“Seguiremos buscando hasta dar con todos los desaparecidos”, afirmó Leitha Jr. en declaraciones a los medios, y advirtió que la cifra de fallecidos probablemente seguirá aumentando.
En otros condados cercanos también se han reportado decesos: tres en Burnet, dos en Kendall, uno en Williamson, otro en Tom Green y cuatro más en Travis, sumando once víctimas adicionales.
Leitha también señaló que once niñas y adolescentes que participaban en un campamento cristiano llamado Camp Mystic for Girls, cerca de la localidad de Hunt, siguen desaparecidas.
Más de 400 rescatistas, pertenecientes a una veintena de agencias estatales y federales, trabajan en la zona afectada, aunque las autoridades locales evitaron dar una estimación precisa del número de desaparecidos, ya que muchos visitantes foráneos acampaban en el área debido a las celebraciones del 4 de julio.

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Ante la magnitud del desastre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este domingo una declaración de emergencia por desastre natural, lo que permitirá la intervención de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en apoyo a las autoridades locales, según explicó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Hasta el momento, se ha logrado evacuar a más de 850 personas, la mayoría sin lesiones, aunque ocho de ellas resultaron heridas. Se han realizado más de 160 rescates por vía aérea.
Dalton Rice, administrador municipal de Kerrville, describió el evento como la peor inundación registrada en la zona desde 1987, cuando murieron diez adolescentes.
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El gobernador Greg Abbott solicitó formalmente al Gobierno federal la declaración de desastre y proclamó este domingo como un “día nacional de oración” en memoria de las víctimas.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), en apenas 12 horas del viernes se acumularon más de 30 centímetros de lluvia, lo que hizo que el río Guadalupe, a la altura de Hunt, alcanzara su segundo nivel más alto histórico: 9,9 metros.
El pronóstico indica que las lluvias continuarán durante este domingo, con alertas de inundación vigentes hasta las 19:00 hora local (24:00 GMT) y estimaciones de entre 5 y 10 centímetros de precipitación adicional, con algunas áreas que podrían recibir hasta 25 centímetros más.