El prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, uno de los más críticos con el papa Francisco, tachó de "herejía" labendición a las parejas homosexuales que se incluía en la declaración "Fiducia supplicans” aprobada por el pontífice.
"Debo agradecer a las conferencias episcopales que ya han realizado este trabajo de verdad, en particular a las de Camerún, Chad, Nigeria, cuyas decisiones comparto y hago mías, y la firme oposición a la declaración 'Fiducia supplicans'”, escribió el cardenal africano en un artículo recogido por el blog Settimo Cielo este lunes.
Y continuaba: "Debemos alentar a otras Conferencias Episcopales nacionales o regionales y a cada obispo a hacer lo mismo. Al hacerlo, no nos oponemos al papa Francisco, pero nos oponemos firme y radicalmente a una herejía que socava gravemente a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, porque es contraria a la fe y la Tradición católicas”.
De esta manera el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, muy cercano al Papa Benedicto XVI , se unía a otros obispos y conferencias episcopales, sobre todo africanas, que han mostrado su oposición al documento redactado por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández.
Tras estas declaraciones, el escritor y biógrafo del papa Austen Ivereigh pidió hoy en la red social X la dimisión del cardenal porque "está violando el solemne juramento que hizo ante Dios cuando era cardenal. (...) Si está convencido en conciencia, debe guardar silencio, confiando en que la historia y Dios le vengarán. Esto es profecía. Todo lo demás son juegos de poder".
La histórica apertura del papa Francisco a la bendición de las parejas del mismo sexo o en situación "irregular" para laIglesia católica ha sido acogida con satisfacción por muchas conferencias episcopales del mundo, pero el ala más conservadora la califica de "blasfemia" y otros obispos, como los africanos, muestran su rechazo.
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Fernández argumentaba en el texto que a la luz del magisterio y postura del papa Francisco, "se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo sin convalidar oficialmente su estatus ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio".
Un terremoto que ha sacudido el ala más conservadora de la Iglesia católica o la más tradicionalista, como la del continente africano, donde en muchos países aún es un delito ser homosexual.
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Ante ello, el responsable de la Doctrina tuvo que matizar el pasado 4 de enero que la bendición de parejas homosexuales o en "situación irregular" no será "litúrgica ni ritualizada" y que no supondrán su "justificación".
Ante las dudas expresadas por numerosos obispos y miembros del clero, el ex Santo Oficio precisó: "La Declaración contiene la propuesta de breves y simples bendiciones pastorales (no litúrgicas ni ritualizadas) a parejas (no a las uniones) irregulares", alegó.
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Y reiteró que se trata "de bendiciones sin forma litúrgica que no aprueban ni justifican la situación en que se encuentran esas personas".
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