los terminales móviles robados en Colombia hacia países como Ecuador, Perú y Venezuela.
Según Bautista, los teléfonos se envían a dichos países vía terrestre y llegan comercializarse en 100 o 200 dólares, dependiendo del modelo y la gama del teléfono.
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Bautista cuenta que actualmente se sostiene un acuerdo con Ecuador para trabajar en tiempo real en la detección de equipos robados y actualmente se gestiona la implantación del mismo esquema con las autoridades venezolanas.