La denominada "Operación Trueno" está en marcha en el departamento del Cauca desde agosto, con el objetivo de recuperar las zonas que han sido tomadas por disidencias de las Farcy se han convertido en los principales corredores de droga del país, en particular, el Cañón del Micay. El punto más crítico de esta operación es el corregimiento de El Plateado, donde las disidencias han sembrado más de 4.000 minas antipersonal con el fin de impedir el avance de las tropas militares.
Desde agosto se han realizado operaciones ofensivas contra las estructuras de las disidencias de las Farc, ‘Carlos Patiño’, ‘Jaime Martínez’ y ‘Dagoberto Ramos’, se han desmantelado nueve campamentos, se han dado de baja cerca de 20 disidentes y 17 han sido capturados.
El comandante de las Fuerzas Militares, en un esfuerzo por devolver la estabilidad a la región, liderará la operación para que las tropas vuelvan a tener control del corregimiento de El Plateado, tras meses de combates y tensiones en la zona.
Uno de los efectos más preocupantes de esta situación es que la distribución del material electoral para las elecciones programadas el próximo 29 de octubre aún no ha podido llevarse a cabo en el corregimiento del Plateado, lo que plantea un serio desafío a la democracia en esta región.
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La crisis humanitaria en el Cauca se agrava día a día, ya que la comunidad denuncia que las disidencias de las Farc continúan asesinando a líderes sociales y desplazando a los habitantes de sus hogares. La población local vive bajo una constante amenaza, y el acceso a servicios básicos, como la educación y la atención médica, se ha vuelto precario debido a la inseguridad en la zona.
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