Crisis humanitaria en Colombia: más de 74.000 desplazados y 113.000 confinados en 2025
Entre enero y julio de 2025, la violencia armada y las lluvias dejaron más de 74.000 personas desplazadas, 113.000 confinadas y casi 700.000 afectadas por desastres.
El más reciente Informe de Situación Humanitaria de Naciones Unidas alerta sobre el deterioro de la seguridad y la protección de comunidades en varias regiones del país. Solo en julio, más de 6.880 civiles fueron víctimas de ataques directos, una cifra 17 veces superior a la registrada en el mismo mes de 2024. Cauca, Amazonas y Nariño figuran entre los departamentos más golpeados.
Las restricciones a la movilidad y los confinamientos impuestos por grupos armados no estatales siguen siendo una de las prácticas más graves contra la población civil. En los primeros siete meses del año, 113.000 personas quedaron bajo encierro forzado, un aumento del 52 % frente al año anterior. Cauca, Chocó, Guaviare y Valle del Cauca concentran gran parte de estos casos, muchos de ellos ligados a paros armados y enfrentamientos en zonas rurales.
El desplazamiento forzado muestra una tendencia preocupante. Entre enero y julio, al menos 74.400 personas fueron víctimas de desplazamientos masivos, un incremento del 85 % respecto al mismo periodo de 2024. A esta cifra se suman más de 57.000 desplazados individuales, especialmente en Norte de Santander, Bolívar, Cauca y Valle del Cauca.
El uso de artefactos explosivos también repuntó. El informe registra un aumento del 94 % en comparación con 2024, con 5.351 personas afectadas. Se ha documentado el empleo de minas antipersonal, trampas explosivas e incluso drones con cargas explosivas, lo que eleva el riesgo para comunidades en Cauca, Norte de Santander y Antioquia.
Desplazamientos.
Foto: Blu Radio.
A la violencia armada se suma el impacto de los desastres naturales. Durante la actual temporada de lluvias, más de 694.000 personas han resultado afectadas por inundaciones y deslizamientos, sobre todo en departamentos de la Amazonía y la Orinoquía como Arauca, Guaviare, Putumayo, Caquetá y Amazonas. Estas emergencias han destruido viviendas, escuelas y vías, agravando la crisis de comunidades indígenas, afrodescendientes y rurales.
El informe advierte que la población más golpeada son los pueblos indígenas (20 %), las comunidades afrocolombianas (22 %) y los niños, niñas y adolescentes (14 %). Municipios como Tibú y Ocaña (Norte de Santander), Tumaco (Nariño), López de Micay (Cauca) y San José del Guaviare aparecen entre los más afectados.
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La ONU concluye que Colombia enfrenta un escenario humanitario complejo, marcado por la combinación de conflicto armado y emergencias naturales, lo que exige respuestas urgentes y coordinadas para proteger a las comunidades.