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A la fecha son más de 40 las víctimas de amenazas y desplazamientos en el departamento donde hay presencia las disidencia de las Farc, tanto de Iván Mordisco, como de la Segunda Marquetalia.
Eso ha generado preocupación en el Huila por el aumento de amenazas, desplazamientos y atentados del que han sido victimas los excombatientes que se acogieron al proceso de paz y aceptaron dejar las armas.
Pese a las alertas tempranas de los 553 firmantes de paz asentados en el departamento, 43 se encuentran en situación de riesgo por la presencia de disidencias de las Farc.
“Tenemos 43 hechos de amenazas, atentados, persecuciones a personas firmantes del proceso de paz en el departamento de Huila. Hay también una cifra preocupante de firmantes de paz que se vienen desplazando de otros departamentos como Caquetá, Putumayo, Tolima y otros más que han tenido que salir del departamento de Huila hacia otras partes del país”, señaló Andrés Restrepo, coordinador en el Huila de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Esta situación afecta la estabilidad económica de los excombatientes, quienes deben abandonar su única fuente de ingreso, como lo es proyecto productivo.
Según cifras de la Agencia para la Reincorporación, en el Huila 553 personas están en proceso de reincorporación. Actualmente hay 396 proyectos productivos aprobados, de los cuales 4 son colectivos y 392 individuales que benefician a 510 firmantes de paz.
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El último hecho de violencia en el departamento contra un firmante de paz se registró el pasado 4 de octubre, cuando fue asesinado en zona rural del municipio de La Palta Gildardo Pisso y su nieto, un adolescente de 16 años.
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