
para levantar el paro campesino en Boyacá.
En ese sentido, se bajarían a cero los aranceles para todos los insumos y se permitiría dar un mejor precio para fertilizantes y agroquímicos para productos como el maíz y el arroz.
Díaz-Granados afirmó que se regularían los insumos y sus importaciones para que bajen los precios al consumidor final y el campesino. “Lo importante es que las personas puedan mejorar su posición de compra. No hay que eliminar la regulación sino mejorarla”, comentó el ministro.
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“Quitaríamos lo que hace falta de aranceles y ayudaríamos en los procesos de importación directa”, apuntó.
Según el ministro, la medida le costaría al país $55 mil millones, de los cuales $40 mil millones ya están siendo ejecutados con la reducción de aranceles inicial.
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Por otra parte, Díaz-Granados no quiso confirmar su salida del Ministerio rumbo a la presidencia del Partido de la U y manifestó estar feliz y comprometido en su cargo.