
Habitantes de la cordillera en Nariño piden proteger a la población civil en medio de combates
Los testimonios de los campesinos son desgarradores e indican que, desde el año 2025, no se había vivido una guerra.

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“Señor presidente Petro, a punta de bombardeos y bala no va a recuperar ningún territorio abandonado por el Estado desde hace más de diez décadas, somos seres humanos y no pueden probar la artillería pesada del Ejército. Nos está poniendo en peligro a todos”, fue el duro reclamo hecho este jueves 5 de junio de líderes sociales y representantes de las juntas de acción comunal de todos los municipios de la cordillera, en el norte de Nariño, en donde se realiza una gigantesca operación militar en contra de las disidencias columna Franco Benavides, del estado mayor de alias ‘Iván Mordisco’.
John Fredy Sotelo, concejal del municipio de Cumbitara, dijo a Blu radio que las operaciones militares ya van a cumplir un mes y la comunidad es consciente de que el Ejército y la Fuerza Pública no tienen zonas vedadas en Colombia, pero advirtió que la operación “Cordillera” , que adelanta el Ejército, desde hace casi un mes, ha provocado solo graves afectaciones a las casas, fincas y ha matado varios semovientes.
“El presidente Gustavo Petro condenó el bombardeo a una escuela en Gaza, calificando a Netanyahu de genocida y señalando la complicidad de Estados Unidos y la Unión Europea, pero no ha dicho nada de lo que esta ocurriendo en la cordillera en el norte de Nariño, en donde más de 700 familias se desplazaron y otras 2.000 de corregimientos y veredas de varios municipios de la cordillera están confinadas a su propia suerte”, aseguró Sotelo.
Los testimonios de los campesinos son desgarradores e indican que, desde el año 2025, no se había vivido una guerra como la que está ocurriendo en donde el Ejército está utilizando artillería pesada que, según las pruebas, en la zona no tiene ninguna precisión lo que está poniendo en riesgo la vida de los civiles que nada tienen que ver en el conflicto armado.
Los habitantes también dicen que para la comunidad lo mejor sería no tener presencia de ninguno de los actores armados ilegales ni Ejército, pues aseguran que desde hace años ellos han establecido sus reglas de convivencia y se han respetado, pero la incidencia de uno de los actores en conflicto pone en riesgo a la comunidad.
Ante estas reiterativas violaciones a los derechos humanos por parte del Estado colombiano en nuestra región, los campesinos llegaron al municipio de Chachagüí, en donde se reunieron con el ministro de la defensa general en retiro Pedro Sánchez, a quien presentaron las pruebas de la artillería pesada que están utilizando el Ejército y pidieron que se suspendan las operaciones para evitar una masacre de civiles en la zona de la cordillera en el norte de Nariño.
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Uno de los líderes que pidió se mantuviera en reserva su identidad dijo que nadie les ha dado respuesta sobre este tipo de operativos y acciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas y grupos, al parecer, de paramilitares que se vienen dando durante las últimas semanas en esta zona y, específicamente, sobre las veredas Damasco y otras que han sido objeto de la caída de bombas.
Los labriegos insistieron que el Ejército debe ser más consciente de los peligros que traen sus operaciones para las comunidades rurales que nada tienen que ver con uno o con otro bando hoy en conflicto.
“No aguantamos más señalamientos”, dijo una de la líderes que llegó de Cumbitara portando varios videos y fotografías de los daños a las viviendas y la muerte de semovientes en la zona rural de ese municipio enclavado en la cordillera occidental.
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Adriana López, alcaldesa de Cumbitara, manifestó su temor porque continúen las operaciones militares y dijo que “esto ha dejado, hasta el momento, más de 700 familias desplazadas y otras más confinadas en un sin número de veredas, donde se están originando los combates”.
Los campesinos manifestaron que creen en la palabra del presidente Petro, pero piden más inversión en su territorio para dejar las economías ilegales y aseguran que, a cambio, lo que están recibiendo es bala y bombas por parte de las fuerzas militares.
“Estamos en inminente riesgo de perder la vida si no paran las operaciones militares”, dijo un estudiante que acompañaba la comisión de líderes sociales del sector de la cordillera y señaló que algunas de las bombas y proyectiles disparados a muchos kilómetros por parte del Ejército, han caído muy cerca de colegios y escuelas en donde por fortuna se habían suspendido las clases.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reconoció como legitimas las exigencias de la comunidad de la cordillera en Nariño y ordenó la creación de una comisión al más alto nivel para que se desplace a la zona donde se está realizando la operación militar denominada “cordillera “y realice un diagnóstico de las afectaciones que, aseguran los habitantes, se han producido por la confrontación armada entre Ejército y disidentes de la columna Franco Benavides, disidentes de las farc de alias ‘Iván Mordisco’.