May, que había admitido que estaba dispuesta a apoyar la salida si las reformas no eran las esperadas, afirmó en un comunicado que el acuerdo cerrado anoche en Bruselas incluye cambios "importantes que impedirán que se abuse de la libertad de movimientos".
El pacto "fortalece nuestra capacidad para deportar a criminales extranjeros peligrosos" y "deja claro que nuestra seguridad nacional es, en última instancia, nuestra responsabilidad", señala May.
La ministra, que ya había mostrado su acuerdo con el borrador de reformas presentado por Londres, asiste esta mañana a la reunión del Gabinete de Gobierno en Downing Street, residencia y despacho oficial del primer ministro, David Cameron.
Ese encuentro marca el inicio de la campaña para el referéndum en el que los británicos decidirán si el Reino Unido continúa en la UE, en la que los miembros del Ejecutivo tendrán libertad para oponerse a la postura oficial marcada por Cameron y defender la salida del club europeo.
"La Unión Europea dista mucho de ser perfecta y nadie debería albergar duda alguna de que este acuerdo forma parte de un proceso en marcha de reformas y cambios", señaló May.
"Pero, en mi opinión, por razones de seguridad, protección contra el crimen y el terrorismo, comercio con Europa y acceso a los mercados alrededor del mundo, resulta del interés nacional continuar siendo miembros de la Unión Europea", dijo la ministra.