Actualizado: 28 de abr, 2016
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dependiente que lo había atendido.
Pensando que se trataba de una broma inmediatamente hizo la denuncia a la delegación de asociaciones israelitas argentinas, que comprobó que el apellido del empleado, procedente de Colombia era verdadero.
Julio Schlosser, presidente de la Daia, afirmó que estos apellidos más que discriminatorios parecer ser una incitación al delito y explicó que el dueño del supermercado mostró el documento del joven colombiano y pidió disculpas por esta razón.
Por su parte, asociaciones de inmigrantes se solidarizaron con Matajudíos y pidieron respeto y una rectificación a quienes le han violentado el derecho a la identidad al joven.
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