Negociadores del Gobierno defienden continuidad de diálogos pese a ataques terroristas
Tras las declaraciones del presidente, que calificó al Clan del Golfo y a otros grupos armados como organizaciones terroristas, los jefes negociadores Álvaro Jiménez y Armando Novoa insistieron en que las mesas de diálogo se mantienen y advirtieron que sería un error poner fin a los procesos.
El presidente anunció que pedirá a la Agencia Jurídica del Estado avanzar en gestiones para que el Clan del Golfo —que se autodenomina Ejército Gaitanista de Colombia (EGC)—, las disidencias de Iván Mordisco (LMC) y otros grupos armados sean considerados internacionalmente como organizaciones terroristas.
Ante esa declaración, Álvaro Jiménez, jefe negociador con el EGC, aclaró que la continuidad de las conversaciones no depende únicamente de esa categorización.
“Este país sigue teniendo problemas de violencia que no se han podido resolver solo con la fuerza armada. Por eso debemos apoyar a las Fuerzas Militares, pero también mantener abiertos los caminos institucionales de diálogo”, afirmó.
De manera paralela, Armando Novoa, negociador con la Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano, informó desde Tumaco que la mesa con esa organización “avanza seria y responsablemente”, con compromisos en desescalamiento militar, destrucción de material de guerra y programas de sustitución de cultivos ilícitos.
Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno.
Foto: Blu Radio
“El proceso tiene un buen pronóstico. Sería un error gravísimo para las comunidades de Nariño y Putumayo darlo por terminado, pues han encontrado alivio en la instalación de esta mesa”, señaló.
Según dijo, no han recibido instrucciones de suspender actividades y continúan con normalidad los encuentros en resguardos indígenas de la región.
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Ambos negociadores coincidieron en que interrumpir los procesos sería enviar un mensaje negativo a los territorios más golpeados por la violencia, donde las comunidades esperan resultados de la política de paz total.