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Obispos en Nariño hacen un llamado urgente al Gobierno por casos de COVID-19

A través de una carta dirigida al presidente Duque expresaron su preocupación por las afectaciones de la pandemia en ese departamento.

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Coronavirus
Foto: referencia AFP

Los obispos de Tumaco, Pasto e Ipiales en el departamento de Nariño se unieron para pedirle al Gobierno Nacional, a través de una carta, que brinde “atención urgente, diferenciada e integral” en la región.

La misiva la enviaron después de conocer las condiciones de expansión del virus en el vecino país del Ecuador, donde ya se superaron los 30.000 casos y se mantiene el toque de queda.

De hecho, en Esmeralda, Carchi y Sucumbios, que son las provincias de Ecuador limítrofes con Nariño, ya se reportan 334 casos y 36 muertos por coronavirus, una situación que los obispos ven con urgencia y piden fortalecer las medidas en todos los niveles, debido al dolor y

las consecuencias que deja la pandemia a las personas más vulnerables de Nariño.

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El llamado de alerta por parte de la iglesia católica al Gobierno, se debe a las condiciones de ubicación geográfica en Nariño y la expansión del virus en el vecino país de Ecuador.

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En la carta, donde los obispos piden la atención del Estado, también proponen algunas acciones para que las autoridades trabajen en disminuir el riesgo de propagación.

Estas son las propuestas de los obispos en Nariño para atender la pandemia del COVID-19:

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1.Fortalecer la red hospitalaria, tanto pública como privada, que tenga la capacidad suficiente para atender cualquier emergencia que pueda presentarse. Para ello, urgen apoyos económicos y acompañamiento de las autoridades de salud nacionales para avanzar prontamente en tal sentido.

2. Establecer un tratado binacional de un corredor humanitario para los ciudadanos venezolanos que quieran regresar a su país, pues su ingreso indiscriminado a pesar de los controles fronterizos establecidos, son potencial de alto riesgo de contagio para nuestras gentes y el país entero.

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3. Crear un fondo específico de ayuda humanitaria para la zona fronteriza, que sirva de alivio a este golpeado departamento -afectado en los últimos años por paros, bloqueos, los fenómenos atmosféricos, los TLC, el narcotráfico y la múltiples violencias-, con particular atención a la zona de Tumaco e Ipiales, dada el impacto que allí se ha tenido por el deterioro en el intercambio comercial con el vecino país.

4. Hacer llegar a las entidades de salud del departamento, con especial atención a la zona fronteriza, los elementos indispensables para realizar a tiempo todas las pruebas y tamizajes que sean necesarias para evitar la propagación del virus.

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5. Atender las necesidades de las comunidades afrodescendientes e indígenas (Awá, Pastos y Quillasingas) presentes en nuestro departamento, algunas de las cuales por su ubicación geográfica se encuentran aisladas, enfrentando múltiples carencias, en alto riesgo de contagios por los frágiles sistemas de salud que poseen y el paso permanente de venezolanos por sus territorios, y la presencia de fuerzas ilegales, que generan conflicto en la región.

6. Impulsar el fortalecimiento del sistema educativo, que en el Departamento presenta múltiples falencias y problemas, con el fin de apoyar la formación de nuestros niños y jóvenes, evitando exponerlos por su déficit educativo a caer en las redes de los grupos delincuenciales y estructuras organizadas del narcotráfico que están en esta región.

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