Mientras se concentran las discusiones en los 50 puntos pendientes para llegar a ese fin, sobre todo en relación con el momento de aplicar la amnistía a los guerrilleros rasos, con la definición de los entes encargados de nombrar a los magistrados del Tribunal Especial para la Paz y con el número de curules directas en el Congreso para las Farc, en varios frentes los diálogos parecieran complicarse.
Desde Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry dijo abiertamente tras un encuentro con la canciller María Angela Holguín, que la libertad de alias Simón Trinidad no está en discusión, a propósito de una vieja petición de las Farc para que este cabecilla, condenado a 60 años de cárcel, fuera dejado en libertad y liberara el desarme de la guerrilla.
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En el mismo escenario, Kerry advirtió que las Farc solamente podrían ser retiradas de la lista de organizaciones terroristas una vez firmen el acuerdo de paz y cumplan con lo pactado.
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Mientras ese escenario pareciera complicarse en Estados Unidos, a tres meses de las elecciones presidenciales que podrían llevar al poder a Donald Trump, en Colombia comenzó en forma la campaña por el sí y por el no al plebiscito.
En Cali los jefes de la U, Cambio Radical, el liberalismo, el hijo del presidente Santos Martín y hasta el exvicepresidente Angelino Garzón, comenzaron a hacer campaña por el sí en el plebiscito, pidiendo que no se recurra a mentiras para buscar votos para el no.
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De manera paralela, en Rionegro el expresidente Alvaro Uribe comenzó una serie de reuniones para expresar sus preocupaciones en torno a los acuerdo de paz y tácitamente comenzando la campaña por el no.
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Este miércoles se oficializará la posición del uribismo frente al plebiscito y mientras se juegan cartas políticas arriesgadas, en Cuba los ritmos de la negociación parecieran ralentizarse y llevarnos a que eventualmente, el cacareado plebiscito se llevaría a cabo solo a finales de Octubre o en noviembre de este año.