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Videos: Con caucheras lanzan armas, celulares y drogas para presos en cárceles

Las llamadas ‘bombas’ contienen celulares, marihuana y hasta anís para fabricar licores artesanales, denuncian guardianes del Inpec.

317666_Blu Radio // Denuncia modalidades "bombas" en carceles // Foto: Captura de video
Blu Radio // Denuncia modalidades "bombas" en carceles // Foto: Captura de video
BLU Radio conoció la modalidad que se está volviendo común para introducir drogas, armas y hasta celulares al interior de las cárceles del país ante los controles que desarrollan los guardianes del Inpec en estos centros carcelarios.
 
Se trata de las denominadas “bombas”,

que son paquetes lanzados desde las afueras de las cárceles por medio de caucheras o a mano y que tienen en su interior elementos prohibidos.

Vea también: ¡En un yeso! El inusual método de una mujer para ingresar celulares a La Picota


 
“Es una bola prensada, donde tiene marihuana, tiene celulares y hasta anís para fabricar licores artesanales”, indicó un guardían que hizo la denuncia. 
 
 

Según las fuentes consultadas por BLU Radio, esta modalidad se hace cada día más frecuente ante la falta de controles por parte de la Policía Nacional alrededor de las cárceles. Este es el caso, por ejemplo, del penal de Sincelejo, que queda al lado de bosques o potreros que facilitan las actividades de quienes lanzan las “bombas”.
 
Menores de edad son convencidos para que, a cambio de dinero, lancen estos artículos desde las afueras de las cárceles con el fin de que el contrabando llegue a los patios cercanos.

De acuerdo al dragoneante Óscar Robayo, directivo sindical de la unión de trabajadores penitenciarios, este tipo de modalidades es un elemento más de las que se ven diariamente por parte de visitantes.
 
No obstante, frente a celulares o licores, los controles son difíciles y no solamente se lanzan a través de ‘bombas’. 

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“No tenemos ni las máquinas tecnológicas para detectar el ingreso de esos elementos; la nueva legislación no nos permiten hacer unas requisas óptimas porque muchos las ocultan en sus partes íntimas”, indicó Robayo. 
 
Solo en la cárcel La Modelo de Bogotá, un domingo, los guardianes del Inpec deben requisar a 2.300 visitantes y ante el gran número y la falta de herramientas se hace cada día más difícil de controlar el ingreso de elementos prohibidos.
 
Los centros carcelarios en donde más se registran este tipo de actividades se encuentran las de Sincelejo, Montería, La Dorada, Bogotá, Riohacha e Ibagué, entre otros.
 
Las estadísticas del Inpec indican que en Colombia la capacidad en las 133 cárceles es de 80.203 internos. pero actualmente hay una población de 119.609. Es decir, el sistema penitenciario tiene un déficit del 49,13 %.
 

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