Bogotá sigue conmocionada tras conocerse nuevos detalles del feminicidio ocurrido el pasado martes 22 de abril en la localidad de Ciudad Bolívar. La víctima fue la joven estilista Yesika Paola Chávez, de 26 años, quien fue asesinada dentro de su lugar de trabajo, una peluquería ubicada en el barrio Quintas del Sur, por su expareja sentimental, Andrés Julián Mesa Ramírez, subintendente de la Policía Nacional.Según las investigaciones y registros de las cámaras de seguridad del local, Mesa ingresó al establecimiento y, tras una discusión, disparó contra Yesika Paola. Luego, el agresor atentó contra su propia vida. Las autoridades confirmaron que el uniformado tenía antecedentes por violencia, lo que refuerza las denuncias de la familia sobre comportamientos obsesivos y peligrosos durante la relación.En entrevista con el pódcast Conducta Delictiva, Martha Ávila, hermana de la víctima, reveló que Yesika había terminado la relación semanas antes del crimen. Tenían una hija en común, y, según relató Ávila, Mesa no aceptaba la separación. "Desarrolló una obsesión por ella que lo llevó a tener actitudes extrañas", afirmó.El día del ataque, dos mujeres se encontraban acompañando a la víctima. Una de ellas aseguró que Mesa, al acercarse a Yesika, le dijo: "Quiere hacer lo que se le da la gana. Si no es para mí, no es para nadie", antes de dispararle.Dos menores, hijos de la joven, estaban presentes durante el crimen. La hija, producto de la relación con Mesa, presenció toda la escena. "La niña estaba sentada en la silla y vio todo. Con cada disparo brincaba del susto", relató Ávila. El hijo mayor, de una relación anterior, se encontraba en el segundo piso y bajó al escuchar las detonaciones.Las mujeres presentes se refugiaron en la parte trasera del local. Una de ellas, identificada como Valentina, logró salir corriendo para pedir ayuda. Fue ella quien le informó a Martha Ávila de lo ocurrido. "Abrí la puerta y me gritó: 'Yesika'. Yo me derrumbé", contó la hermana entre lágrimas.Al llegar al lugar, Ávila encontró una escena desoladora. "Vi cómo las autoridades se llevaban al expolicía, cogido entre los pies y las manos", relató. Poco después le confirmaron la muerte de su hermana. "Uno se derrumba, no siente fuerzas de nada. Uno solo quiere que sea una mentira", dijo.
En la madrugada, sobre una carretera en Malasia, una madre elefante enfrentó uno de los momentos más dolorosos que puede vivir cualquier ser vivo: la pérdida de su cría.Las imágenes captadas alrededor de las 2:50 a.m. del 11 de mayo, en la reserva forestal de Belum-Temenggor, muestran a la elefanta completamente angustiada, empujando repetidamente el costado de un camión de 10 toneladas. Debajo del vehículo estaba su pequeño, un elefante bebe macho de solo cinco años, que ya había perdido la vida. La madre pasó más de cinco horas intentando rescatarlo, sin comprender lo ocurrido.Lo que más impactó fue la imagen de la elefanta permaneciendo quieta, negándose a alejarse de su cría. Otro video grabado horas después muestra a la madre exactamente en el mismo sitio. No se movía ni comía, simplemente permanecía al lado del cuerpo de su cría, sumida en un profundo duelo que conmovió a quienes presenciaron la escena.Una tragedia en un paso natural de faunaEl accidente tuvo lugar en una ruta frecuentada por animales salvajes, como elefantes y tigres malayos, estos últimos en peligro crítico de extinción. La vía carece de iluminación adecuada y, aquella noche, una densa neblina cubría la carretera.De acuerdo con las autoridades, el conductor del camión, es un joven de 28 años que transportaba aves, redujo la velocidad al ver a un elefante adulto junto al camino. Pensando que era seguro, volvió a acelerar. Sin embargo, segundos después, el pequeño elefante salió del bosque por el otro lado de la carretera. en donde fue imposible evitar el choque.Tras el impacto, la madre embistió el camión en un intento desesperado por proteger a su cría, pero ya era demasiado tarde. Luego, fue trasladada a una zona segura por personal del Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales, quienes también se encargaron del cuerpo del pequeño elefante.En respuesta, el Gobierno malasio anunció la implementación de pasos especiales para fauna en el diseño de futuras carreteras. Una medida urgente para prevenir tragedias similares.
Camilo Cifuentes se ha convertido en una figura viral por su labor social en las calles de Manizales, Medellín y otras zonas del Eje Cafetero. Con apenas 28 años, este joven oriundo de Manizales ha conquistado a miles de internautas con sus videos en los que, con generosidad, compra todos los productos que vendedores ambulantes ofrecen, pagando incluso mucho más de lo que le cobran.Uno de sus videos más comentados fue cuando le pidió a una vendedora 60 buñuelos, aunque ella solo tenía 58. Aun así, él le pagó un millón de pesos, una suma muy superior al valor real del pedido. Además, le regaló un juego de ollas y, fiel a su estilo, repitió su icónica frase: “Yo afán no tengo”, mientras la joven alistaba su pedido.Los productos que compra no son para él: los reparte entre personas en situación de calle o trabajadores informales que encuentra en su recorrido. Este gesto ha sido aplaudido por muchos, aunque también ha generado curiosidad por un detalle particular: nunca muestra su rostro. En sus grabaciones solo se le ve con gafas, lo que ha llevado a varios seguidores a preguntarse quién está detrás de estos actos solidarios.Camilo rompió el silencio en una entrevista con el podcast de Telecafé, donde explicó la razón de su anonimato. “Porque el protagonista son las personas. Yo no quiero darme a relucir, no quiero generar fama, no quiero ser el protagonista. Los protagonistas son ellos”, expresó.Además, señaló que su objetivo no es solo entregar ayuda momentánea, sino también brindar visibilidad a los negocios de los vendedores. “La ayuda no solamente es lo que usted les entrega en ese momento, sino además la publicidad que le está haciendo a la persona. Se está dando a conocer su sitio de trabajo, lo que ofrece a la comunidad”, explicó.Cifuentes compartió un ejemplo del impacto de su labor: una joven que vendía fresas pasó de comercializar 20 unidades en un fin de semana a más de 300 luego de aparecer en uno de sus videos. “Estos días fui donde ella y había una fila como de 30 personas para comprar fresitas. Y es como ese impacto... que todos nos vaya bien”, agregó.
En redes sociales se ha dado a conocer el insólito caso en el Centro para Mujeres y Bebés del Hospital St. Vincent, el cual se convirtió en el escenario de una experiencia única para su personal, pues 14 enfermeras se encuentran embarazadas al tiempo.La directora del centro, Amy Bardon, calificó el momento como un “cambio increíble” en el lugar, pues, muchas de las enfermeras están a punto de vivir la experiencia de la maternidad, algunas por primera vez, según han señalado.Esto se conoció en el marco de la celebración del Día de la Madre en Estados Unidos, el 11 de mayo del presente año. Este eventual suceso, que ha sido difundido en redes sociales, ha causado una ola de emociones tanto para los internautas como para las embarazadas.El grupo de enfermeras no solo trabaja en el mismo lugar, sino que también mantienen una relación cercana, donde, según han comentado en redes, comparten consejos de madres.Además, según señalaron, la extraña coincidencia de sus embarazos fortaleció sus lazos, formando un sistema de apoyo que solo aquellos en situaciones similares comprenden.También, las enfermeras disfrutan de las oportunidades para poder socializar y compartir momentos fuera del horario laboral, lo que refuerza aún más sus relaciones personales.Las enfermeras del Hospital St. Vincent, con una amplia trayectoria en el cuidado de madres y recién nacidos, están a punto de vivir una experiencia única: dejarán de ser solo cuidadoras para convertirse en madres por primera vez.Cabe destacar que, muchas de las enfermeras están viviendo su primer embarazo, una experiencia que les ha permitido acompañarse mutuamente en el manejo de emociones, expectativas y retos propios de la maternidad. El paso de atender a otras madres a enfocarse en su propio bienestar y el de sus familias representa un cambio significativo que tendrá un impacto profundo en su desarrollo profesional.
En numerosos hospitales y centros de salud, la estructura tradicional ha reducido el rol del personal de enfermería a funciones puramente asistenciales, restándoles visibilidad ante médicos y pacientes.No obstante, en la práctica, sus responsabilidades van mucho más allá de lo operativo: realizan valoraciones clínicas, responden con rapidez en situaciones de emergencia, administran tratamientos, brindan apoyo emocional y, con frecuencia, se convierten en la figura de mayor confianza tanto para los pacientes como para sus familias.A pesar de su impacto crucial, su labor suele ser poco reconocida e incluso ignorada dentro del mismo equipo médico. Así lo evidenció Jon, un joven enfermero español que utilizó TikTok para compartir sus vivencias y poner sobre la mesa esta problemática.En un video que se hizo viral, Jon expresó su inconformidad con el trato que recibe en el hospital donde trabaja, especialmente por parte de ciertos superiores.Además, comentó que algunos médicos suelen ignorar su trabajo y rara vez reconocen o agradecen las tareas que realiza diariamente. Relató casos en los que, al preguntar sobre los procedimientos hechos a los pacientes, los médicos reconocen los resultados sin tener en cuenta quién los llevó a cabo.“Soy enfermero y no sé si lo sabéis, pero tengo un superpoder: ser invisible para los médicos. Entran a la planta y es como si no estuvieras. Yo creo que, cuando les dan la bata, les viene un antifaz incluido”, mencionó el joven.Según él, esta constante falta de reconocimiento genera frustración y una sensación de impotencia. Dijo que, en ocasiones, se siente tratado como una especie de asistente virtual, al que se le dan órdenes sin cortesía ni valoración.Jon también compartió su frustración al ver que los pacientes suelen agradecer a los médicos incluso cuando no han estado involucrados directamente en el cuidado: “Cuando algo sale bien, dicen ‘gracias, doctor’. Claro, el doctor que entró tres segundos al cuarto, pero yo, que estuve 40 minutos sudando como en un escape room, ni existo”, comentó.A pesar de estas dificultades, Jon resaltó la fortaleza del gremio de enfermería: “Aquí seguimos, con una sonrisa, una vía en una mano, el tensiómetro en la otra, y los ojos puestos en todo. Porque mientras algunos médicos miran por encima del hombro, nosotros observamos por encima del caos”, concluyó.
La junta directiva de la Cámara de Comercio de Bogotá eligió el miércoles 27 de septiembre a Ovidio Claros Polanco como nuevo presidente de la entidad, cargo que asumirá desde el próximo 2 de octubre.Para hablar sobre su elección, los retos de la Cámara de Comercio que asumirá y su cercanía al presidente Gustavo Petro, se conectó a Mañanas Blu, con Néstor Morales, Ovidio Claros Polanco quien confirmó que sí hubo una incomodidad por parte de algunos miembros de la junta en medio de su elección.“Había una incomodidad por parte de unos miembros de la junta directiva, pero hay que revisar puntualmente quiénes son los miembros, cómo está integrado lo que tiene que ver con la dirección de la Cámara de Comercio de Bogotá y cuáles son las tendencias, los pensamientos que hay ahí por cada uno de los individuos que integran”, inició explicando Claros Polanco.Asimismo, contó que ya empezaron a revisar cifras dentro de la misma entidad, así como a mirar cómo integrar el artículo 74 del Plan Nacional de Desarrollo, entre otros temas.“Me posesioné de una vez y hemos empezado ya a revisar cifras, los contenidos de la Cámara de Comercio, de cómo vamos a hacer, por ejemplo, la integración de ese artículo 74 que quedó plasmado ya en el Plan Nacional de Desarrollo, para poder empezar a trabajar con ese Consejo Nacional de Economía Popular y Solidaria, cómo vamos a reactivar la unión empresarial”, señaló.Sobre los diferentes señalamientos que le hicieron a Claros Polanco reconoció que “la vida pública genera este tipo de cosas”, pero que también tenía el deseo de llegar al final todo este proceso.“Cualquier actividad en la vida pública genera este tipo de cosas. Yo tengo años en cargos diferentes, en cargos donde siempre hemos generado, por la postura que yo mantengo en algunas decisiones, desde que fui contralor, cuando pasé por el mismo Congreso, cuando estuve también en el Consejo Superior de la Judicatura, posturas que a algunos les agrada, a otros les desagrada, posturas donde usted, en cumplimiento de su deber, toma decisiones que a unos les gusta y lo aplauden y otros hacen lo contrario”, puntualizó.Relación con el presidente PetroAl respecto de su relación con el mandatario Gustavo Petro, el presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá explicó que inició en el año 2002, cuando era congresista y estaba en contra de la reelección.“En ese momento, el señor Alejandro Ordóñez fungía como presidente del Consejo de Estado y tomó una decisión que era en derecho completamente inadecuada, por decirlo menos, e ilegal en el contexto de lo jurídico. Y fue así como me sacaron a mí del Congreso en ese 2002, donde Petro estaba también siendo parte de ese Congreso. (…) Desde ahí tengo el contacto con el uno y con el otro”, detalló.