El rol de los padres es irremplazable en la formación de los seres humanos

Ayer conversaba con una abuela que añoraba el pasado diciendo que la formación en valores era una tarea del hogar y que las dificultades que hoy tenemos en este aspecto es por descuido de las dinámicas del hogar.Recordé que socialización es el proceso mediante el cual las personas adquirimos los valores, creencias, normas y formas de conducta apropiados en la sociedad a la que pertenecemos. Y si el periodo de la infancia es fundamental en este proceso de socialización, es por ello que la familia tiene un papel destacado para la transmisión de pautas culturales.Desde la infancia nuestro bienestar viene determinado por las relaciones positivas con nuestros padres y familiares. De esto se desprende que, el rol que desempeñan los padres es irremplazable en la formación de los seres humanos, aunque las demás instituciones como la escuela ayuden, no podrán reemplazar esa tarea de los padres y las madres, por tanto, necesitan articularse.Expertos en el tema, como Lev Vygotsky afirman que las personas cercanas, no solo de forma física sino también afectiva a los niños y niñas, son quienes los dirigen, los impulsan a avanzar en el aprendizaje. El desarrollo cognitivo, por ejemplo, se da en situaciones en donde el niño se lanza a resolver problemas siendo guiado por un adulto que prepara, modela la solución más pertinente. En la primera infancia ser padre y madre, coloca a las personas frente a una gran responsabilidad y las enfrenta a un gran desafío: la responsabilidad sin duda es la de educar interviniendo, guiando, orientando, influyendo, mostrando, posibilitando los aprendizajes durante su proceso de crecimiento, con el objetivo de potenciar y optimizar su desarrollo y madurez.Vivimos actualmente en una sociedad en la que se producen cambios a un ritmo acelerado, con transformaciones científicas, comunicacionales, tecnológicas y, por eso, los estilos educativos y las formas de relación del adulto con el niño, con las que algunos padres fueron educados en su infancia se encuentran obsoletas y, a muchos, no les sirven para educar a sus hijos. Por eso, es importante que los padres y las madres se eduquen, para educar.