El equilibrio es fundamental para una vida sana y feliz. Hay que saber combinar las experiencias de preparación, producción y descanso. Quien exagera alguna de estas dimensiones, termina perdiendo el sentido de su proyecto de vida y muy seguramente fracasado y frustrado.
Por eso hoy quiero insistir en la necesidad de saber descansar, de tener periodos de vacaciones en los que se genere la desconexión que permite evaluar la manera como se está realizando el trabajo, reconocer su importancia y valor, renovar la pasión necesaria para hacerlo y descansar la mente ocupándola en otras cosas, para poder luego enfocarse con firmeza.
No se le puede tener miedo a esos momentos en los que realmente no se hace nada en términos laborales, sino que hay diversión, entretenimiento y nuevas experiencias. Estoy seguro de que las vacaciones mejoran la salud en general, porque nos sacan de los ambientes de estrés que se pueden generar en lo laboral. Nos incrementa la posibilidad de nuevas ideas para el trabajo; la mente descansada encuentra nuevas formas que enriquecen nuestras labores cotidianas.
El ocio es una necesidad fundamental que debemos satisfacer para estar sanos integralmente. Las vacaciones son una buena oportunidad para hacer lo que nos gusta y que seguramente no podemos hacer habitualmente porque no produce recursos materiales o simplemente está fuera de la esfera de los objetivos de trabajo que tenemos.
En mi caso las vacaciones son una buena oportunidad para viajar y conocer nuevos lugares y culturas, lo que siempre me lleva a valorar Colombia, porque cuando vamos a nuevos sitios reconocemos los valores que tenemos y nos mueven, y claro, también entendemos que hay cosas por cambiar. También está el placer de encontrarse con compatriotas que están dando la batalla y ganándose la vida de maneras ejemplares.
Hay que descansar; sacar tiempos para la lectura de textos, y hacerlo por el placer de leer. Hacer ejercicio físico, pero, sobre todo, compartir con la familia y los amigos sin las afugias de los horarios habituales. Las vacaciones exigen planeación, ahorro y humildad para no gastar lo que no se tiene. Quien no sabe descansar no será verdaderamente productivo.
Publicidad
Escuche las palabras de Alberto Linero: