¿Por qué siguen matando líderes sociales? Opinión de Ricardo Ospina
En 2018 ya han matado 58 líderes sociales. Preocupa que no hay una estrategia del Estado para protegerlos.
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¿Por qué siguen matando líderes sociales? Tras el asesinato de Luis Barrios en Atlántico, Margarita Estupiñán en Llorente, Nariño y Ana María Cortés en Cáceres, Antioquia, las cifras crudas muestran una situación de emergencia: son 58 los líderes sociales asesinados durante 2018...
Preocupa que no hay una estrategia de Estado para proteger a los líderes sociales ni a las víctimas, que lamentablemente están en el cruce de caminos que dejan mafias, castas corruptas, narcotraficantes, microtraficantes, exparamilitares y otros factores.
De manera reactiva, aparecieron el presidente Santos, el presidente electo Iván Duque, el ministro del Interior, el Ministro de Defensa, anunciando reuniones y medidas de emergencia, que se han venido barajando desde hace meses, cuando comenzó este baño de sangre.
Y para concluir la confusión, el ministro Luis Carlos Villegas aseguró que a Ana María Cortés, la investigaban por posibles vínculos con el Clan del Golfo.
Vea aquí: Revelan que en Atlántico hay 113 líderes sociales amenazados desde enero de 2018
Para algunos analistas, el ministro cometió un error al no tener plena certeza de ese hecho y lanzarlo como una hipótesis, y a algunos les recordaron otros episodios graves como cuando el mismo Villegas había dicho la desafortunada frase de que a los líderes sociales los mataban por líos de faldas.
Otros recordaron al expresidente Álvaro Uribe cuando hablando sobre los jóvenes asesinados por integrantes del Ejército en medio de los ‘falsos positivos’, dijo que no estaban recogiendo café.
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Pero la comunidad internacional vigila y la ONU le pidió al Estado protección inmediata a los líderes sociales, mientras las entidades encargadas, vergonzosamente se tiran la pelota o se demoran años estudiando esquemas de seguridad. Cuando los aprueban, dolorosamente ya han matado a la víctima.
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