Se equivoca Ancelotti cuando dice que el liderazgo no se puede enseñar
Fallamos en la formación de líderes porque estamos acostumbrados a los “mesías” que todo lo saben y merecen nuestra adoración.
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El liderazgo es una de las temáticas más pertinentes en estos días de redes sociales en los que se agudizan más los conflictos sociales y se buscan más intensamente soluciones integrales.
Entiendo liderazgo como el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común, como lo define James Hunter. Creo que se pueden aprender y entrenar las habilidades que permiten esa conexión con los demás y generar esa influencia.
Por eso, no estoy de acuerdo con la frase que pronunció Carlos Ancelotti en la inauguración del nuevo curso académico de la Escuela Universitaria Real Madrid-Universidad Europea; dijo exactamente: “El liderazgo no se puede enseñar. Es algo que es intrínseco”, y no estoy de acuerdo, porque esto significaría que los líderes serían unos elegidos por la naturaleza para formar una élite que dirija y gobierne a los demás.
Creo que todos podemos ejercer un liderazgo si nos formamos y trabajamos en ello. No se requiere ser marciano, ni tener unos dones especiales, sino ser conscientes de las virtudes y limitaciones que se tienen y formarse disciplinadamente en el desarrollo de algunas habilidades fundamentales para poder juntar personas, gerenciar sus diferencias, inspirarlas y motivarlas, teniendo claro un objetivo común que jalone sus decisiones y acciones.
Creo que hemos fallado en la formación de líderes porque estamos acostumbrados a los “mesías” que todo lo saben y merecen nuestra adoración.
Todo el que tenga vocación de mesías, terminará usando y manipulando a los demás en función de la satisfacción de las necesidades de su ego.
Necesitamos entender que todos estamos llamados a aportar, desde nuestra condición, a la consecución de los objetivos comunes, y para ello hay que trabajar en el carácter, en la influencia, en la seguridad personal, en una comunicación eficaz, en mejorar las habilidades socioemocionales, y sobre todo, en tener una visión de la vida que nos ayude a entender que ser líder es ser un servidor de todos. Las soluciones no las da un extraterrestre que se las sabe todas, sino que las realizamos todos con inteligencia y disciplina.
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Tú eres líder, prepárate para ello.
Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU: