Sectores políticos siguen debatiendo sobre el alcance de las declaraciones del ministro de Salud,Guillermo Alfonso Jaramillo, quien denunció que en la pandemia del COVID-19 hubo un negocio con las unidades de cuidados intensivos, UCI, a tal punto que se abrieron como droguerías para atender pacientes.
Para el representante a la Cámara Carlos Ardila, del Partido Liberal, el jefe de la cartera de salud generalizó y fue impreciso en sus denuncias, pero consideró necesaria la intervención de los organismos de control.
“Para cuestionar los temas que toca el ministro, están los entes de control, está la Contraloría, la Procuraduría, la misma Fiscalía en caso de configurarse un delito y cualquier irregularidad concreta debe de ser denunciada”, señaló.
Confió en que la declaración del ministro Guillermo Jaramillo “no empañe el buen trabajo de los profesionales de la salud quienes expusieron su vida y salvaron a muchas personas”.
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Otra de las reacciones corrió por cuenta de la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia, quien calificó como desafortunadas las denuncias del ministro de Salud.
“Las unidades de cuidados intensivos salvaron la vida de muchos colombianos y fueron compradas a precios altos porque todo el planeta las estaba requiriendo, ya que en muchos países que se quedaron sin Unidades de Cuidados Intensivos, vieron morir muchos ciudadanos”, expresó Valencia.
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El congresista del Partido de la U Antonio Correa respaldó las aseveraciones del ministro Jaramillo y argumentó que en varias partes del país “se montaron hospitales sin ningún tipo de planeación, lo que generó un gasto”.
“Negar que existieron algunos escrupulosos que quisieron sacar provecho con la pandemia", anotó.
Reacciona otra voz del Gobierno Duque
Para Víctor Muñoz, exsecretario general de la Presidencia en el Gobierno de Iván Duque, las afirmaciones del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, “son absurdas e irresponsables” y afirmó que es un maltrato a los trabajadores de la salud.
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Recordó que, en los momentos más críticos de la pandemia del COVID-19, Colombia pasó de tener aproximadamente 4.500 camas UCI a contar con 10.000 camas.
“Hay unos datos, no son míos, en los que se puede hacer el cálculo si por camas UCI llegaron a pasar cerca de 200.000 personas, el 70 % de ellas lograron salir avantes, esto quiere decir que se salvaron 140.000 vidas”, dijo.
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Muñoz invitó al ministro de Salud a mostrar las pruebas sobre sus denuncias de que las unidades de cuidado intensivo fueron un negocio.
“Entonces la pregunta para el ministro es si para él las vidas que se salvaron no eran importantes, es decir, si eran más importantes en algún momento los recursos económicos, como queda casi en el ambiente en su afirmación”, puntualizó Muñoz
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