“Derrota autoinfligida”: analista político sobre Petro por elección de Carlos Camargo
Según el analista, la reacción posterior del mandatario al anunciar cambios en su gabinete refleja la magnitud del golpe recibido.
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La elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional abrió un fuerte debate político en el país y generó tensiones al interior del Congreso y del propio Gobierno.
Para el analista político Pedro Viveros, lo ocurrido no fue otra cosa que una “derrota autoinfligida” por el presidente Gustavo Petro, al haber convertido la votación en una medición de fuerzas políticas.
“Fue el propio presidente el que puso el debate para ver quién tenía las mayorías en el Senado y después del resultado, lo que queda en evidencia es que no eran todos petristas los que votaban en contra. Incluso, creo que en esos 62 votos también había petristas”, afirmó Viveros en entrevista con Sala de Prensa Blu.
Según el analista, la reacción posterior del mandatario al anunciar cambios en su gabinete refleja la magnitud del golpe recibido:
“El presidente debe estar preocupado por depurar quiénes son los que lo están acompañando realmente. No hay otra razón para que se haya dado esa reacción inmediata de proponer la salida de ministros y funcionarios”, aseguró.
Viveros cuestionó además que el jefe de Estado fuera quien marcara la pauta de la contienda con sus trinos, al calificar a la candidata Balanta como “petrista”: “Fue el presidente el que le puso ese remoquete y la metió en esa arena. La campaña de la doctora Balanta era como jurista, no como ficha política”.
El analista agregó que este episodio refleja un desgaste de la coalición de Gobierno:
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“Aquí no hay coalición desde abril de 2023. Lo que ha funcionado es el lentejismo, el uno a uno. El presidente lo que busca ahora es depurar quién está con él para la campaña, porque desde que planteó la consulta popular fallida, Petro no está gobernando, está en campaña”, puntualizó.
Por su parte, Jaime Arrubla, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, calificó la elección como un proceso que dejó en entredicho la independencia judicial.
“Esto fue un espectáculo que no le conviene ni a la democracia colombiana, ni a la Corte Constitucional, ni a la justicia. Lo más importante es la independencia judicial y el jefe de Estado es el primero llamado a procurar que esa independencia se garantice”, señaló.
Arrubla explicó que el diseño constitucional buscaba precisamente un equilibrio entre los poderes al establecer ternas provenientes del presidente, la Corte Suprema y el Consejo de Estado. Sin embargo, criticó la injerencia del Ejecutivo en este caso:
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“Yo no había visto un jefe de Estado que se intrometiera tanto en una terna enviada por la Corte Suprema de Justicia tratando de asegurar mayorías. Eso no se había visto”, advirtió.
El exmagistrado también alertó sobre prácticas que afectan la transparencia en estos procesos:
“La terna de donde salió elegido Camargo está demandada. Se ha denunciado que cuando él era defensor del Pueblo otorgó favores políticos a magistrados. Esto muestra un vicio que se ha repetido: los altos jefes de organismos de control a veces otorgan empleos a magistrados y después esperan retribuciones. Eso se convierte en una puerta giratoria que mina la independencia”.
Aunque Arrubla insistió en que la Corte ha logrado mantener una línea de independencia, también reconoció que la elección de Camargo genera dudas: “El que más compromisos políticos tiene es precisamente el que quedó electo”, dijo.
Viveros, por su parte, advirtió que el escenario legislativo se complica para el Ejecutivo:
“Este es un gobierno que ya está en el último año, trabajando al debe porque las finanzas se acabaron. Viene la reforma tributaria, la reforma a la salud y una agenda compleja que los congresistas difícilmente respaldarán cuando se acercan nuevas elecciones”.