Son al menos 80 familias, compuestas por 2 o 3 personas cada una, las que se se desplazaron hace varias semanas desde las veredas Rancho Quemado y Altos de Manila y que continúan en el casco urbano de Segovia, Antioquia, por el temor de regresar a sus territorios debido a los enfrentamientos entre grupos armados.
El problema es que en los últimos días otras casi 500 personas procedentes del Sur de Bolívar y el municipio de Remedios también han hecho tránsito por Segovia huyendo de la violencia que ha generado la confrontación entre el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc.
Esto, según Edwin Castañeda, alcalde de Segovia, ha desbordado la capacidad de atención del municipio que en los próximos días declararía la urgencia manifiesta con el fin de disponer los recursos que permitan atender la crisis humanitaria.
"Ya los recursos se nos agotaron porque no contábamos con esta emergencia en donde la atención a esas personas desplazadas y también la logística para atender la fuerza pública nos ha superado la partida presupuestal que teníamos para ese fin y que buscaremos ampliar con esta declaratoria", señaló el mandatario.
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En cuanto a las poblaciones que permanecían confinadas, el alcalde de Segovia ha dicho que la presencia de más de 200 militares en el territorio ha permitido que los campesinos poco a poco vuelvan a recuperar la confianza de salir de sus casas y retomar las actividades.
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