Cerca de 300 mil migrantes han pasado este año por la terminal del norte en Medellín en busca de mejores oportunidades. El drama de cientos de familias se repite a diario en busca de un tiquete con destino al bus de los sueños.
El drama de miles de migrantes es la escena que se vive a diario en la terminal del norte en Medellín, donde son decenas de familias que se enfrentan a miedos y grandes retos para tratar de encontrar calidad de vida en lugares distintos y lejanos a los suyos.
Pasan noches enteras tirados en el piso, con poco dinero en el bolsillo y comida escasa, solo un abrazo y el amor de esos núcleos familiares logran aliviar un poco la amargura de migrar, como el caso de don Álvaro, que hace tres años dejó Venezuela.
“Bastante duro, emigrar no es nada fácil uno saber que tiene que dejar su familia, yo tengo tres años por acá para mi no ha sido fácil, la emoción más grande mía es salir y abrazar a mis hijos y más en este tiempo, estar lejos de la familia”, señaló Álvaro José León, migrante.
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Son caminos largos y muchos sin retorno, algunos lo dejan todo para adentrarse en lo más profundo de la selva, sin embargo, hay quienes se quedan en la trocha.
“Yo tengo dos hijos que migraron para allá, gracias a Dios están allá pero fue muy fuerte, tuvieron que cruzar esos ríos, tuvieron que ver muchos muertos, tuvieron que pasar varias necesidades”, agregó Daisy Rosales, migrante.
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Además, don Álvaro hizo una solicitud a quienes buscan en el Tapón del Darién una opción: “No se arriesguen, no se arriesguen uno por buscan un sueño una mejor vida es mejor quedarse uno en su tierra, hasta el momento tenemos ahorita 35 venezolanos desaparecidos que no los encuentran por agua por ningún lado".
Aunque durante el año la mayoría de migrantes buscaban salir hacia Estados Unidos e incluso arriesgando su vida por el tapón del Darién, hoy muchos de ellos buscan recursos y la manera de poder llegar a Venezuela para poder reencontrarse con sus seres queridos después de tantos años.
“El comportamiento de los migrantes más o menos hasta agosto tuvimos un pico bastante significativo cercanos a los 240 mil pasajeros”, afirmó Juan Pablo Acosta, director ejecutivo de Utrans.
Según la Personería distrital de Medellín, el 30 % de los migrantes son niños, niñas y adolescentes que se enfrentan a la difícil situación que viven quienes salen de su país en busca de grandes sueños.
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