
Una esquina en el barrio El Muelle, en la localidad de Engativá, Bogotá, ha llamado la atención de miles de usuarios en redes sociales, quienes aseguran que en ese lugar ocurren accidentes extraños.
La fama de esta “esquina maldita” se ha extendido gracias a múltiples videos virales, muchos de ellos tomados desde cámaras de seguridad del sector y otros grabados por creadores de contenido. Uno de los más recientes fue realizado por el youtuber conocido como Sin rol específico, quien se desplazó hasta el sitio para analizar lo que sucede en este punto de la capital.

En su recorrido, el creador describe la dificultad que tuvo su moto para subir una pendiente aparentemente leve, una situación que él y su acompañante califican como “extraña” y hasta “misteriosa”. Durante su grabación, incluso se presencian algunos hechos inusuales en tiempo real: un niño que se cae, una sombrilla atrapada sin razón aparente, y fallas mecánicas en vehículos al intentar avanzar por la vía.
El diseño de la vía, que incluye una inclinación particular y un hueco en una curva cerrada, podría estar provocando la inestabilidad de los vehículos. Además, los bolardos instalados para evitar el paso de camiones pesados no parecen cumplir su función, ya que estos siguen circulando por la zona, agravando la situación.
Dónde queda la "esquina maldita" de Bogotá
El punto exacto es la intersección entre la carrera 119 Bis y la calle 67B (ver mapa), donde se registra un alto tránsito de vehículos, especialmente camiones y motocicletas.
Vecinos del sector, aunque reconocen la ocurrencia frecuente de incidentes, atribuyen la mayoría de ellos a la imprudencia de los conductores y peatones. "Hay un pare que nadie respeta", aseguró un habitante del barrio. Entre los accidentes registrados, se mencionan desde caídas de peatones hasta choques de vehículos y motociclistas que pierden el control al pasar por el punto crítico.
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Algunos residentes también relatan episodios curiosos como el de un ciclista que, en medio de una grabación de un influencer, se cayó repentinamente, lo que ha alimentado la idea de que algo “extraño” habita en esa esquina.