
Madre que expuso abusos en jardín del ICBF enfrenta demanda de Freddy Castellanos
"Ella se despierta asustada, no quiere ir más allá", relató la madre de la menor que fue victima de Freddy Castellanos.

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Margie Espinel, madre de una de las víctimas de Freddy Castellanos, acusado de abusar de al menos 10 menores en el Hogar Infantil Canadá, sede F, reveló nuevos detalles del caso en el podcast Más allá del silencio.
Según Margie Espinel, todo comenzó el 28 de abril, cuando su hija, durante un juego, señaló su boca y dijo: "Mamá, beso por fuera acá". Ante la insistencia de la niña, la madre dibujó un croquis de un cuerpo para que su hija indicara dónde más había contacto con el profesor. La menor señaló nuevamente su boca y describió que el docente "jugaba con la lengua".
Inmediatamente, Espinel llamó a la policía. Un motorizado que pasaba por el lugar ayudó a trasladarlos al hospital, donde la niña fue examinada y dejada en observación. Al día siguiente, psicólogos y trabajadores sociales confirmaron los abusos, revelando que los actos ocurrieron en el baño del jardín infantil, donde Castellanos llevaba a la menor "por medio de juegos".
La denuncia y la reacción del jardín
Espinel acudió al jardín para solicitar los datos del profesor, pero asegura que las coordinadoras se negaron inicialmente a proporcionarlos. "Si ustedes no me dan los datos, son cómplices", les dijo. Finalmente, le entregaron la información, pero en ese momento vio a Freddy Castellanos, quien, al notar su presencia, huyó corriendo. Espinel lo persiguió y lo agredió físicamente, gritando en la vía pública que era un abusador.
El hombre fue detenido por la policía, pero según la madre, actuó con "actitud sumisa" y no se defendió de las acusaciones. Posteriormente, fue trasladado a una UPJ (Unidad de Policía Judicial).
denunció que, pese a que Castellanos debía estar suspendido durante la investigación, el jardín lo siguió recibiendo días después. Además, la coordinadora habría compartido sus datos personales con el acusado, quien inició una demanda en su contra por agresión.
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La madre también creó un grupo de WhatsApp con otros padres para alertarlos, pero fue eliminada de los chats oficiales del jardín. Sin embargo, logró contactar a otras familias, entre ellas las de Paula y Kate, cuyos hijos también habrían sido víctimas.
La menor presenta graves secuelas: pérdida de peso, insomnio, miedo y rechazo a volver al jardín. "Ella se despierta asustada, no quiere ir más allá", relató Espinel.