Nada detiene a los colados: nuevos "paraderos" ponen en aprietos a TransMilenio
Ni con puertas anticolados los usuarios dejan de evadir el pago: así son las nuevas formas de colarse en TransMilenio.
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Los colados continúan siendo una problemática que golpea con fuerza las finanzas de TransMilenio. Las pérdidas económicas derivadas de la evasión de pasajes son millonarias y, según el propio sistema de transporte, también impactan la calidad del servicio para los usuarios que sí pagan.
Entre enero y julio de 2025, más de 88.000 personas fueron sancionadas por evadir el pago del pasaje, de acuerdo con cifras del Distrito. Las multas impuestas varían entre $94.900 por ingresar o salir por accesos no autorizados y $189.900 por no cancelar el pasaje.
De hecho, TransMilenio enfrenta pérdidas superiores a los $262.000 millones, recursos que podrían destinarse a obras públicas o mejoras en la infraestructura de movilidad de Bogotá.
A pesar de las estrategias implementadas para frenar esta conducta, los colados siguen encontrando nuevas formas para evitar pagar el pasaje.
Un video que circula en redes sociales ha evidenciado una nueva práctica usada por algunos ciudadanos para ingresar sin pagar. En las imágenes se observa cómo los colados esperan los buses en la parte exterior de las estaciones, justo frente a las puertas anticolados.
El video, publicado en la cuenta X por la usuaria Inés del Alma Mía (@InesBetancur1), muestra a más de 20 personas paradas en el borde de una estación sobre la Avenida Caracas, esperando el momento en que llega el articulado para subirse sin validar la tarjeta.
¿@TransMilenio cuántos millones pierden al año por gentuza cómo esta?
— Ines del alma mía (@InesBetancur1) October 13, 2025
Qué asco 🤢🤮 pic.twitter.com/ND9NKlUo2Z
Lo más llamativo es que la mayoría son jóvenes, e incluso uno de ellos carga una maleta de viaje. La escena ha generado críticas, especialmente porque las puertas anticolados, que costaron millones de pesos, parecen no estar cumpliendo su función.
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Estas estructuras fueron instaladas precisamente para impedir el ingreso irregular, pero muchos aprovechan la apertura de las puertas o la llegada del bus para acceder sin pagar. La evasión, lejos de disminuir, sigue siendo uno de los principales retos del sistema de transporte bogotano.