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El recién aprobado Plan de Desarrollo de Bogotá ha desatado controversia con la inclusión del artículo 181, que permite el estacionamiento gratuito cerca de iglesias durante los servicios religiosos. Esta medida, según defensores, busca facilitar el acceso de los fieles a sus lugares de culto sin temor a multas por infracciones de tránsito.
En una entrevista en Mañanas Blu, el concejal Emel Rojas explicó que este artículo permitirá que los vehículos que transporten fieles hacia los lugares de culto puedan estacionarse en zonas adyacentes, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones de tráfico y seguridad vial determinadas por la Secretaría de Movilidad. Esta disposición, que afecta a todas las confesiones religiosas en Bogotá, pretende mejorar la movilidad y evitar el estacionamiento irregular que congestiona las vías durante los servicios religiosos.
"Cada denominación, cada iglesia, cada confesión debe tramitar ante la Secretaría de Movilidad, la cual llevará a cabo un estudio específico para cada zona, no un estudio general para toda Bogotá", dijo.
Rojas resaltó que el proceso requerirá certificación por parte de las autoridades eclesiásticas, asegurando que el estacionamiento gratuito estará limitado al horario del servicio religioso y no podrá ser utilizado para otros fines. Además, enfatizó que la implementación será gradual y específica para cada zona, evitando así posibles abusos.
La medida ha generado debate sobre cómo se verificará el uso adecuado de estos espacios y si podría contravenir normativas nacionales de tránsito. Sin embargo, Rojas aseguró que el plan está alineado con el marco legal vigente, incluyendo los decretos nacionales sobre derecho al culto y regulaciones de tráfico.
El próximo paso será la realización de estudios detallados por parte de la Secretaría de Movilidad para definir las zonas específicas de estacionamiento autorizado, lo cual deberá estar implementado a partir del 1 de julio, según lo establece el Plan de Desarrollo recién aprobado.
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La medida, aunque busca facilitar el acceso a los lugares de culto, plantea desafíos en cuanto a su aplicación práctica y la vigilancia efectiva del cumplimiento de las condiciones establecidas.
Este artículo continuará siendo objeto de debate y seguimiento por parte de la comunidad y las autoridades locales, especialmente en cuanto a su impacto en la movilidad urbana y el uso adecuado del espacio público en Bogotá.
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