La investigación por la desaparición y posterior muerte de Valeria Afanador, de 10 años, continúa arrojando elementos que ponen en entredicho los protocolos de seguridad del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, en Cajicá.
Un acta de reunión entre la Gobernación de Cundinamarca y directivas de la institución revela inconsistencias en los testimonios de los docentes, así como retrasos en la reacción frente a la ausencia de la menor.
Según la directora del curso, Valeria asistió a clases entre las 8:50 y las 10:05 de la mañana del 12 de agosto. La maestra aseguró que, al intentar enviarla a tomar onces, la niña prefirió correr hacia el salón de deportes a sacar un balón, conducta que consideró habitual. Minutos después, la docente permaneció con otros estudiantes para tomar onces.
Tras el descanso, relató que nadie volvió a ver a Valeria.
El profesor de música, encargado de la clase que debía iniciar a las 10:35 a. m., notó la ausencia de la menor. Inicialmente, pidió a algunos compañeros buscarla, pero ante la falta de resultados continuó enviando estudiantes a diferentes lugares, hasta que logró conectarse a la plataforma interna del colegio y registró formalmente el reporte.
Momento exacto en que Valeria Afanador desaparece en Cajicá //
Fotos: Noticias Caracol
Otro testimonio clave es el de la docente que vigilaba la cancha de vóley y el parque infantil, quien aseguró no haber visto a la niña en esos puntos de recreo.
El acta también recoge que la alerta interna entre docentes se dio a las 11:14 de la mañana, una hora después de la desaparición, y que los primeros rastreos se hicieron con ayuda de otros estudiantes, situación rechazada por la defensa de la familia Afanador, al considerar que representó una grave omisión de las autoridades escolares en garantizar la seguridad de la niña.
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Ante estos hechos, el abogado de la familia, Julián Quintana, ha insistido en que no solo la rectora, sino también los docentes, deben responder penalmente por las omisiones que retrasaron la búsqueda.
A su vez, la Gobernación de Cundinamarca mantiene abierto un proceso sancionatorio administrativo contra la institución educativa, lo que podría derivar en su cierre si se comprueban fallas estructurales en los protocolos.
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Mientras tanto, Medicina Legal analiza pruebas de ADN recogidas en el cuerpo de Valeria para determinar si un tercero estuvo involucrado en el caso. Estos resultados podrían fortalecer estas líneas de investigación, en paralelo a la ya existente sobre la presunta responsabilidad del colegio.