Se cumplen 100 años del terremoto de Nariño que destruyó todo un pueblo
Este 14 de diciembre marca el centenario de un evento sísmico que cambió la geografía y la vida de los habitantes del sur del país.
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Hace exactamente 100 años, el 14 de diciembre de 1923, a las 5:31 a.m., un terremoto de magnitud 6.2 y una profundidad de 10 km sacudió la región, con epicentro en Cumbal, Nariño. Un evento que recordó el Servicio Geológico Colombiano.
La intensidad del sismo, clasificada como nivel 9, lo cataloga como altamente destructivo. Las poblaciones más afectadas fueron Cumbal, Cuaspud y Aldana, en Nariño. La catástrofe se cobró la vida de 120 personas y dejó un rastro de destrucción y desolación.
La cabecera municipal de Cumbal sufrió daños irreparables, llevando a la reubicación de sus habitantes a un nuevo pueblo reconstruido a 2 km de distancia, en un lugar llamado Llano de Piedras.
La tragedia no solo se tradujo en traslados, sino también en migraciones de damnificados hacia otras localidades como Ipiales, Túquerres o Guachucal.
La profundidad superficial del sismo y la vulnerabilidad de las construcciones locales, mayormente compuestas por muros de tapia pisada sin confinamiento y pesadas cubiertas de barro, contribuyeron a la magnitud de los daños. La madrugada del 16 de diciembre, tres réplicas acentuaron aún más la devastación.
Recordar estos sismos históricos y sus consecuencias es crucial, ya que, como se ha demostrado, donde tembló en el pasado es probable que vuelva a temblar en el futuro.
El país está ubicado en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico o Anillo de Fuego del Pacífico, una zona en la que la interacción entre las placas tectónicas de Nazca, Cocos, Sudamérica, y Caribe hace que se generen sismos en la mayor parte del territorio nacional.
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Según el Servicio Geológico Colombiano, en promedio, en el país hay 2.500 sismos al mes, pero la mayoría no son de magnitudes relevantes. Muchos de ellos ni siquiera son perceptibles para las personas, solo los detectan los sismógrafos.
Hay un lugar en donde ocurren sismos casi todos los días y representa el 60 % de la sismicidad ocurrida en Colombia: el Nido Sísmico de Bucaramanga, ubicado en el departamento de Santander, cerca al municipio de Los Santos.
En los 30 años que la Red Sismológica Nacional de Colombia lleva monitoreando la actividad sísmica en el país, se han registrado casi 300.000 eventos de este tipo.
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