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La creciente inestabilidad de una montaña en la zona alta de San Vicente de Chucurí encendió las alarmas en el municipio. Debido a las intensas lluvias de los últimos días, el terreno comenzó a ceder, generando un grave riesgo de deslizamiento de tierra que podría caer directamente sobre la quebrada Las Cruces, provocando una avalancha que afectaría a las comunidades cercanas.
El alcalde de San Vicente de Chucurí, Óscar Sanmiguel Rodríguez, alertó a la población sobre la emergencia y pidió a las personas que viven en zonas cercanas al cauce de las quebradas estar alertar por si se requiere una evacuación, especialmente en el sector de Cantagallo y la quebrada La Verde, que desemboca en Las Cruces.
“Estamos enfrentando una enorme dificultad, ya que la montaña ha venido cediendo y el material está cayendo sobre el cauce, lo que ha generado un leve represamiento. Este represamiento nos pone en alerta máxima, por lo que pedimos a las personas que se encuentran en los cauces cercanos que evacuen de manera inmediata. Estamos informando a través de las emisoras locales y las redes sociales”, expresó Sanmiguel.
La situación se ha complicado por la dificultad de acceso a algunas zonas rurales, donde las vías se han visto afectadas por los deslizamientos de tierra, lo que dificulta la llegada de ayuda humanitaria. Desde el municipio se están tomando medidas para llevarles alimentos, colchonetas y otros suministros básicos.
“Además, hemos recibido reportes de personas con necesidades urgentes, como un paciente en diálisis y una mujer embarazada que aún no hemos podido evacuar. Si no logramos hacerlo por tierra, solicitaremos la intervención del gobernador para poder evacuar a estas personas en helicóptero”, señaló el alcalde.
El impacto de las lluvias no solo ha afectado a las personas, sino también a la infraestructura del municipio. Sanmiguel indicó que el acueducto del corregimiento de Yarima, que abastece a más de 5.000 personas, ha estado en grave riesgo de colapsar, con la bocatoma casi destruida por las crecientes aguas. Además, muchas de las principales vías que conectan a San Vicente con otras zonas productivas, como Guamales, Pamplona y Pamplonita, están incomunicadas.
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El municipio, conocido como la capital cacaotera de Colombia, enfrenta dificultades adicionales por la imposibilidad de sacar los productos de la cosecha, que está en su pico máximo. En este momento, se estima que unas 4.000 toneladas de cacao y más de 4.000 toneladas de café podrían verse afectadas por la incomunicación de las zonas rurales.
La emergencia, igualmente, tiene afectado al sistema educativo, ya que muchas rutas escolares no pueden operar debido a los daños en las vías. Sanmiguel solicitó a la Secretaría de Educación que considere alternativas para garantizar la continuidad de las clases, como habilitar algunas escuelas rurales para acoger a los damnificados que han tenido que abandonar sus hogares.
“Aunque el casco urbano de San Vicente está relativamente seguro, hemos tenido desprendimientos de tierra en algunas zonas cercanas, como la vía que conduce al colegio Camilo Torres. No podemos exponer a nuestros estudiantes a esos riesgos, por eso, hemos solicitado que se habiliten algunas escuelas para albergar a las personas que han sido afectadas por la emergencia”, puntualizó.
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Con el pronóstico del Ideam, que prevé más lluvias en los próximos días, las autoridades locales se encuentran en máxima alerta y solicitaron apoyo urgente del gobierno nacional, tanto para la evacuación de personas como para el despeje de las vías y la recuperación de la infraestructura afectada.
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