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Ordenan a autoridades capacitar a campesinos que deben cruzar el río Chicamocha en una polea

Un juez ordenó a la Gobernación de Santander, Oficina de Gestión del Riesgo, alcaldías e Invías, para que capaciten a las familias que deben cruzar el río Chicamocha en una tarabita entre Molagavita y Mogotes.

Cruce del Río Chicamocha.
Cruce del Río Chicamocha.
Foto: suministrada.

El Juzgado Quince Administrativo de Bucaramanga ordenó a laGobernación de Santander, Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Invías y las alcaldías de Mogotes y Molagavita, para que en un término de 48 horas capacite a las familias campesinas que deben usar una polea o tarabita artesanal para cruzar el río Chicamocha.

“Realice, a través de los profesionales y el personal idóneo, una capacitación clara y practica a las familias de las veredas aledañas a la Institución Educativa Lagunitas, del sector toma de agua, del municipio de Molagavita y de la vereda Palmas de Felisco, del municipio de Mogotes, sobre el uso responsable y seguro en que se debe utilizar la polea o tarabita artesanal al trasladarse de manera constante sobre los afluentes del rio Chicamocha”, dice el auto del Juzgado.

Este auto, según se lee, busca el fin de mitigar los riesgos potenciales a los que se enfrenta diariamente la comunidad.

El caso

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En la vereda Toma de Agua, sector Río Chico, a 30 kilómetros del casco urbano de Molagavita en Santander, está la escuela Lagunitas, justo en la cima de una montaña.

Para llegar a la institución no hay puente peatonal, tampoco carretera y a su alrededor sólo hay tierra, piedras y el río Chicamocha.

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Llegar a recibir clases se ha convertido en toda una travesía para los estudiantes que no pasan de los 14 años. El primer obstáculo es el caudaloso y a veces crecido río Chicamocha para cruzarlo utilizan una polea con la que pasan por un cable, arriesgando sus vidas.

Daniel Calderón es padre de familia, cuenta que en el día cruza con su hijo dos veces el cable, para llevarlo a la escuela y de regreso a casa.

“Tenemos que pasar el cable todos los días, es un peligro”.

Los estudiantes, aun con todos los inconvenientes para llegar a estudiar, no faltan a clases, pero anhelan con tener un paso seguro. Así lo expresó María José Beltrán, una de las estudiantes.

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“Sería lindo tener una carretera porque la verdad pasamos muchos peligros, por el camino se han caído niños”, dijo.

Una vez cruzan el cable, deben caminar por una montaña durante media hora para llegar a la escuela.

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