Un reciente estudio de Proesa, centro de investigación de la Fundación Valle de Lili, y la Universidad Icesi reveló que los colombianos han reducido su consumo de azúcar y sodio en alimentos ultraprocesados gracias a las medidas implementadas por el Ministerio de Salud desde 2022.
El análisis, publicado en la revista BMC Medicine, comparó el contenido nutricional de productos en 2015 frente a 2024. Según explicó Elisa María Cadena, investigadora asociada de Proesa e Icesi, los resultados muestran que la industria ha reformulado sus productos debido a tres regulaciones clave: la reducción obligatoria de sodio en alimentos priorizados, el etiquetado frontal de advertencia y los llamados impuestos saludables.
“En 2015, en promedio consumíamos 10 gramos de azúcar en productos ultraprocesados; hoy estamos en 8,1 gramos. Aunque parezca poco, a nivel poblacional representa un impacto significativo”, afirmó Cadena en entrevista Mañanas Bllu, con Camila Zuluaga.
No obstante, el estudio también encontró irregularidades: un 14 % de los productos que deberían llevar sellos de advertencia en sodio o azúcar no los incluían, mientras que algunos que no estaban obligados sí lo hacían, posiblemente por errores de interpretación de la norma.
Otra tendencia observada es que muchas bebidas sustituyeron el azúcar por edulcorantes no calóricos. Frente a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado preocupación por el incremento en el consumo de estas sustancias y sus posibles efectos a largo plazo.
La investigación busca aportar evidencia al Ministerio de Salud y a los tomadores de decisiones para fortalecer las políticas públicas. Según Cadena, el reto ahora es evaluar qué aditivos se están utilizando como reemplazo del sodio y el azúcar, y sus efectos sobre la microbiota intestinal y la salud de la población.