El periodo de la menopausia en la mujer suele ser una transición con algunos cambios que pueden afectar el día a día. Por eso, es importante cambiar cierto tipo de conductas para así mejorar la calidad de vida de la mujer que este viviendo esta etapa de su vida.
Aunque se trata de un proceso natural, el impacto físico y emocional puede variar según el acompañamiento que reciba por parte de su entorno más cercano, desde la familia hasta el ámbito laboral.
Según un estudio de la Pontificia Universidad Javeriana en el Eje Cafetero, el 71,88 % de las mujeres encuestadas reportó síntomas asociados a la menopausia, entre ellos sofocos, insomnio e irritabilidad. De igual forma, una investigación de la Universidad de Cartagena encontró que el 35 % de las mujeres en el Caribe colombiano sufría trastornos de sueño, especialmente quienes experimentaban oleadas de calor. A nivel nacional, la edad promedio de aparición de la menopausia es de 52,2 años, una cifra que coincide con los registros internacionales y marca el momento en que la mayoría enfrenta este cambio.
Lo que no se habla de la menopausia
Lo que no siempre se habla es del papel que desempeñan los entornos familiares, sociales y laborales en cómo se vive esta etapa. Comentarios que minimizan los síntomas, bromas sobre la edad o actitudes de indiferencia pueden aumentar la carga emocional.
“Cuando una mujer atraviesa la menopausia, su entorno inmediato tiene un papel fundamental. No se trata solo de los síntomas físicos, sino de cómo la pareja, los hijos y los compañeros de trabajo responden a ellos”, explicó Julián Mora, director de Intimate Hygiene Essity, quien promueve conversaciones abiertas y libres de estigmas.
Entre las recomendaciones para acompañar a una mujer en climaterio, se resalta la importancia de escuchar sin minimizar, compartir información en familia, cuidar el lenguaje en el trabajo y promover la empatía en pareja. Acciones sencillas, como validar los sentimientos, comprender los cambios en la intimidad o flexibilizar las tareas laborales tras noches de insomnio, pueden generar un impacto positivo y contribuir a un ambiente más comprensivo y humano.
Romper el silencio también se convierte en una prioridad. Hablar de la menopausia con naturalidad, incluirla en la educación escolar y visibilizarla en los medios ayuda a derribar los prejuicios que durante años la han rodeado. Tratarla como una etapa más de la vida, al igual que la adolescencia o el embarazo, prepara a las futuras generaciones para vivirla sin miedo ni vergüenza, fortaleciendo además el respeto hacia las mujeres mayores.