
Lo que debe saber antes de consumir agua: podría contraer estas enfermedades
El agua saludable no debería tener sabor, olor ni color. Además, si se almacena mal, el agua puede contaminarse de nuevo, anulando cualquier esfuerzo previo.

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En Colombia más de 13.000.000 de personas aún no tienen acceso a agua potable, dando cuenta de una grave problemática para la dignidad de vida. Además, muchos de los que si tienen acceso a ella la consumen con confianza, sin precauciones y sin saber si es realmente apta para ser utilizada.
El agua en muchas ocasiones puede parece segura, pero detrás puede haber contaminantes invisibles que ponen en riesgo la salud de miles de personas.
La contaminación del agua no es un problema nuevo, pero sí uno cada vez más silencioso. De allí surgen enfermedades como:
Parte del problema radica en la persistencia de creencias erróneas sobre cómo se purifica el agua, una de las más comunes es pensar que con hervirla es suficiente.
Aunque este método puede eliminar algunos microorganismos, no erradica metales pesados, residuos químicos, microplásticos ni otros compuestos tóxicos. Además, si se almacena mal, el agua hervida puede contaminarse de nuevo, anulando cualquier esfuerzo previo.
Otra idea equivocada es que los filtros de agua eliminan minerales esenciales para el cuerpo. En realidad, los sistemas modernos de filtración están diseñados para conservar elementos beneficiosos como el calcio, magnesio o el potasio.
El sabor “mejorado” que muchos notan en el agua filtrada no se debe a elementos agregados, sino a la ausencia de químicos que alteraban su pureza original. El agua saludable no debería tener sabor, olor ni color.
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Tampoco es cierto que todos los purificadores sean iguales. Hay filtros especializados en eliminar bacterias, otros que combaten residuos industriales, cloro o metales pesados. La clave está en conocer la calidad del agua que se consume y optar por un sistema de purificación adecuado y certificado.
Según Rodrigo Serres, director de LATAM de Culligan, aunque algunos piensan que instalar estos sistemas es un gasto innecesario, se trata de reducir el riesgo de enfermedades, ayudar a disminuir el consumo de agua embotellada y por ende, el uso de plásticos.
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En un país con grandes desigualdades en infraestructura y donde el acceso a agua potable sigue siendo un reto, informarse correctamente puede ser un acto de prevención.