La transición energética dejó de ser un concepto lejano para convertirse en una necesidad urgente. El mundo avanza hacia fuentes limpias como la solar, la eólica o el hidrógeno verde, y en ese camino, los ingenieros mecánicos juegan un papel protagónico.
En Colombia, universidades como la ECCI han entendido el desafío y han articulado sus programas de Tecnología en Mecánica Automotriz, Tecnología en Mecánica Industrial e Ingeniería Mecánica, con el objetivo de formar profesionales capaces de responder a las demandas de un planeta que necesita producir y moverse sin comprometer su futuro.
Biogás, biodiésel e hidrógeno: el nuevo lenguaje de la ingeniería
En los talleres y laboratorios de la ECCI, conceptos como biogás, bioetanol, biodiésel, hidrógeno verde y combustibles sostenibles para aviación (SAF) ya no son palabras de moda, sino temas de estudio aplicados.
Los estudiantes participan en proyectos que buscan aprovechar biomasas para producir energía y en investigaciones que analizan cómo estos combustibles impactan la eficiencia y durabilidad de motores y turbinas.
El programa también desarrolla pruebas con equipos de gran escala: desde turbinas aeronáuticas en bancos de ensayo, hasta motores de combustión interna de dos y cuatro tiempos, donde se estudia el desempeño de combustibles alternativos.
Cada nivel académico aporta a este gran reto. Los estudiantes de Mecánica Automotriz aprenden sobre movilidad de bajas emisiones, mantenimiento eficiente de sistemas y tecnologías aplicadas a vehículos eléctricos e híbridos.
Los de Mecánica Industrial se enfocan en la optimización de procesos de manufactura, garantizando que la producción de piezas y equipos consuma menos energía y genere menor impacto ambiental.
Por su parte, los futuros ingenieros mecánicos integran estas competencias y van un paso más allá: diseñan sistemas térmicos, hidráulicos y mecánicos con enfoque en eficiencia energética.
Además, participan en proyectos de investigación como el desarrollo de un prototipo de vehículo eléctrico para la competencia internacional Shell Eco-Marathon o el estudio del efecto del hidrógeno en motores de automóviles.
La apuesta de la ECCI no se limita a las aulas. La universidad trabaja de manera conjunta con empresas, entidades gubernamentales y centros de investigación nacionales e internacionales para avanzar en temas de transición energética. Estas alianzas permiten que los estudiantes se vinculen a proyectos reales y que el conocimiento académico se convierta en soluciones aplicadas.
Más allá de los planos, las fórmulas y los laboratorios, el mensaje es claro: la ingeniería mecánica tiene la responsabilidad de mover el mundo de forma sostenible. En un país que busca diversificar sus fuentes de energía y enfrentar el cambio climático, la formación de profesionales con visión ambiental se vuelve estratégica.