"Feliz noche, Dios me la bendiga": últimas palabras de familiar a víctima del colapso
Uno de los familiares de las víctimas del edificio que se derrumbó en el barrio Santander habló de los minutos previos y la odisea del rescate.
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Juan Camilo Muñoz no se alejó de la zona de la emergencia hasta que no hallaron al último de sus parientes. Él había estado horas antes en la estructura de tres pisos y un sótano que, por razones que aún se investigan, se cayó por completo al piso y dejó atrapadas a seis personas, cinco de ellas familiares.
"Yo llegué de trabajar como a las 7:00 de la noche y me fui para la casa, hora y media después me despedí y les deseé buena noche", cuenta Muñoz, sin imaginar que el hogar en el que dejó a su hija, hijastra y excompañera sentimental se esfumaría en segundos.
La casa era el resultado del proyecto familiar de Arturo Osorno, quién había construido los cuatro niveles en los que tenía: una tienda, un local comercial y dos viviendas.
"Nunca nos habían dicho de problemas estructurales de la casa, que tiene más de 30 años", añadió Muñoz.
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La odisea comenzó a las 10:45 de la noche cuando la estructura de ladrillo y concreto sucumbió y sepultó a las seis personas.
La primera en ser rescatada fue la abuela, quién salió con algunas heridas y la trasladaron al centro médico.
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Pero la mamá y la nieta mayor no corrieron la misma suerte, pues la primera murió en el sitio y la otra cuando iba camino a ser atendida.
Fue horas después cuando sintieron el llamado de una pequeña de cinco años, era la hija de Juan Camilo.
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"Le pasamos un celular y por ahí le hablé para que se tranquilizara y escuchara mi voz. Hasta que salió y ya la pudimos ver", relata Muñoz, quién envió a su hija al hospital con su hermana y se quedó pendiente de Arturo.
Las labores de búsqueda continuaron en medio de lluvia hasta la madrugada, cuando encontraron con vida a Arturo Osorno y rescataron el cuerpo de una mujer, la tercera víctima.