Habla hermano de enfermera asesinada en Cali por su expareja: exige justicia

Dos años después del brutal feminicidio de Mayerly Cortés, su familia sigue luchando por justicia en medio de un proceso judicial lento y obstaculizado por dilaciones. El crimen, ocurrido el 16 de abril de 2023, conmocionó a la ciudad por la saña del ataque: 119 puñaladas en su propio hogar, incluso frente a la policía.Mayerly, de 38 años, era una enfermera dedicada, madre de un joven abogado y conocida por su alegría y vocación de servicio. Tras 13 años de relación con Johnny (cuyo apellido se omite por razones legales), decidió separarse debido al control y los celos patológicos de él. Sin embargo, su expareja no aceptó el rechazo: la acechó, se infiltró en su apartamento sin permiso y la hostigó en su lugar de trabajo."Ella dejó audios pidiéndole que la dejara en paz, pero él creía que era su dueño", relató Joan Alexander Cortés, hermano de la víctima, en dialogo con el podcast Conducta Delictiva.El 16 de abril, Johnny recogió a Mayerly después de su turno en la Clínica Los Remedios. Aprovechando que ella se bañaba, bloqueó la puerta con una nevera y una lavadora, armado con dos cuchillos. Los gritos de auxilio alertaron a vecinos, quienes derribaron la puerta y encontraron a Mayerly, en toalla y era apuñalada repetidamente."La policía tuvo que arrojarle la lavadora encima para que la soltara. Ni así se detuvo", denunció su hermano. Pese a llegar con vida al hospital donde trabajaba, sus heridas, incluyendo fracturas craneales por una piedra, fueron mortales.El agresor, auxiliar de enfermería, fue capturado in fraganti y se lesionó superficialmente, presuntamente para simular un trastorno mental. Sin embargo, no hay historial psiquiátrico que respalde su defensa. Aunque está detenido en el Centro Transitorio de San Nicolás, la familia denuncia que goza de privilegios como acceso a redes sociales.El proceso acumula 17 audiencias en dos años, la mayoría aplazadas por la defensa. "Siempre alegan incapacidades el mismo día. Es una burla", afirmó. La fiscalía busca tipificar el crimen como femicidio agravado, que conllevaría una pena de hasta 50 años, pero el caso avanza a cuentagotas.