La guerra me dejó muchas cicatrices: mujer que entró a las Farc a los 14 años
Conoció el amor en la insurgencia. Hoy tiene 33 años y contó cómo logró salir de ese oscuro episodio.
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Sandra Vera, exmiembro de la guerrilla de las Farc, estuvo en Mesa BLU entregando su testimonio de cómo es vivir en medio de la violencia.
Ingresó a la guerrilla cuando tenía solo 14 años y permaneció en la insurgencia durante 9 años. Desde el 2010 comenzó un proceso de reincorporación a la vida civil hasta el 2016.
“Nací en el campo y las oportunidades de familia eran pocas, con una condición económica difícil. Somos cuatro hermanos, yo soy la menor, y vivíamos con mis padres que trabajaban comercializando hojas para tamales y limones”, afirmó.
Vera también cuenta que la guerrilla de las Farc nació en Tolima y era común ver al grupo en su niñez.
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“En el momento en que terminé la primaria teníamos muy malas condiciones económicas, con cuatro hermanos era difícil estudiar todos a la vez, por eso tomé la decisión cuando era una adolescente de entrar a la guerra, después que mi hermano mayor ya había entrado. Sufrimos también desplazamiento por parte de los paramilitares”, añadió.
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Explicó que ser colaborador de las Farc era la única opción que había en su época y decidió ingresar voluntariamente.
“Fue difícil al principio porque era una niña, muy delgadita y lo primero que me entregan es un fusil, debía cargar lo básico como las cosas personales y la comida”, relató Vera.
Ver también: Testimonio de exguerrillera que contó cómo fue abusada por Timochenko y ‘El Paisa’
Sandra aseguró que se enamoró a los 15 años de otro miembro de la guerrilla, hijo de un comandante, con quien tuvo un hijo. Sin embargo, en 2009 cayó muerto en una emboscada.
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“Nos inculcaban los pensamientos ideológicos y nos enseñaban a montar guardia de día o de noche, en caso de que hubiese algo raro la orden era “quemar”, es decir, disparar. Había días en los que no se comía bien, corrí con suerte porque formaba parte de un grupo especial de la línea ideológica y no nos mandaban a la guerra”.
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La exmiembro de la guerrilla afirmó que nunca pensó en desertar porque tuvo cuatro abortos y cuando dio a luz a su hijo pudo cumplir su sueño de ser madre.
“El comandante del bloque me permitió tener a mi hija”, puntualizó la mujer.
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