La reflexión dominical del pastor Andrés Corson habla de “las personas de malas” y de lo que les hace falta para acercarse a Dios.
“Las maldiciones financieras abruman a las personas, pero la biblia dice que los que aman la palabra de Dios son personas sembradas, como árboles plantados a la orilla de un rio que siempre dan su fruto en su tiempo, su hoja nunca se marchita y prosperan en todo lo que hacen”, agregó.
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