El pasado miércoles 25 de diciembre, una tragedia aérea conmocionó a la comunidad internacional. Un avión Embraer E190AR de Azerbaijan Airlines se estrelló al oeste de Kazajistán , dejando un saldo de 38 muertos entre los 67 ocupantes a bordo.
Las autoridades locales confirmaron los decesos, mientras las investigaciones se centran en esclarecer los detalles de esta catástrofe. Recientemente, se han revelado los audios de las últimas conversaciones entre la tripulación y la torre de control, los cuales arrojan luz sobre los momentos críticos previos al siniestro.
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En las grabaciones, difundidas por medios internacionales, se evidencia que los problemas comenzaron a las 8:12 a. m., cuando los pilotos reportaron la pérdida de señal en ambos sistemas GPS y solicitaron orientación inmediata a la torre de control.
- Piloto: “AXY8243, ambos GPS se pierden, se necesita vectorización”.
- Torre de control: “AXY8243, entendido, rumbo 360 a la derecha”.
Solo cuatro minutos después, la situación empeoró. El piloto reportó un choque con un ave en la cabina, lo que habría afectado gravemente el control de la aeronave. Las comunicaciones comenzaron a ser intermitentes y caóticas, dificultando la coordinación entre la tripulación y el personal de control aéreo.
- Piloto: “Perdimos el control, hubo un choque con un pájaro en la cabina. Choque de pájaros en la cabina” (inaudible).
Intentando encontrar una solución, los pilotos solicitaron información meteorológica del aeropuerto de Mineralnye Vody, en Rusia, con la intención de redirigir la aeronave. Sin embargo, la torre les pidió mantener el rumbo original, generando un intercambio de mensajes de creciente tensión. Finalmente, se decidió cambiar la ruta hacia Makhachkala, en Daguestán, pero en ese momento el avión ya enfrentaba fallas críticas en el sistema hidráulico.
- Piloto: “Nuestro sistema hidráulico falló”.
- Torre de control: “AXY8243, ¿puedes hacer los cursos?”
- Piloto: “No, da un rumbo específico, iremos a Makhachkala”.
La última comunicación clara ocurrió a las 8:24 a. m., cuando la tripulación intentó declarar una emergencia grave. Sin embargo, las severas interferencias dificultaron la comunicación y el avión desapareció del radar durante 37 minutos. Finalmente, reapareció cerca del aeropuerto de Aktau, en Kazajistán, donde intentó un aterrizaje de emergencia que no tuvo éxito. El impacto terminó con la vida de 38 personas, marcando un trágico desenlace.
Este accidente ha despertado muchas preguntas sobre las fallas técnicas que sufrió la aeronave y las decisiones tomadas en los últimos minutos de vuelo. Las autoridades siguen trabajando en la investigación para esclarecer las causas y evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. Mientras tanto, las familias de las víctimas enfrentan el dolor de una pérdida devastadora.
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