Revuelo en Pivijay, Magdalena, por muerto que intentaron sepultar a escondidas

A pesar del fuerte ola de calor que azota a Pivijay y a las restricciones que impone el COVID-19, decenas de habitantes del casco urbano ese municipio del Magdalena se aglomeraron en inmediaciones del cementerio para que les explicaran por qué, en el camposanto, aprovechando la soledad del mediodía, dos empleados de una funeraria trataban de realizar una inhumación a escondidas.Ante el alboroto, las protestas y el tumulto de personas, dos patrullas de la Policía llegaron hasta el camposanto y luego de conversar con el sepulturero y los dos empleados de la funeraria, y pese a las protestas, accedieron a que el sepelio se hiciera formalmente en una bóveda que el municipio posee en el cementerio. Aunque las autoridades y el alcalde de Pivijay, Roberto Pérez, no han entregado detalles del hecho, BLU Radio conoció que una fuente allegada a la Alcaldía de ese municipio aseguró que el muerto era un joven con síndrome de Down, procedente del corregimiento de Punta de Piedras, quien fue trasladado al hospital Santander Herrera de Pivijay con un grave problema de hemoglobina y falleció el domingo en la madrugada.Lea también: Barranquilla autoriza entierros por posible colapso de hornos crematorios por COVID-19 Aseguró la fuente que al joven fallecido le practicaron las pruebas de COVID-19 y cumpliendo los protocolos de bioseguridad se procedió a sepultarlo en horas del medio día, ya que en Pivijay no hay cuarto frío para mantener los cuerpos y el fallecido no tenía familia. La polémica se desató porque los de la funeraria intentaron ingresar el féretro por la parte posterior del cementerio municipal, asegurando que lo hicieron porque la bóveda asignada quedaba lejos de la entrada, pero junto a la pared trasera.