Una niña recogió una piedra y, tras comenzar a deshacerse, descubrieron algo aterrador
La sorprendente historia del objeto abandonado encendió las alarmas entre vecinos y autoridades. Lo peor: la niña lo tuvo por un año en su casa.
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La Costa Brava, de Cataluña con sus calas idílicas y sus aguas cristalinas, es un destino de ensueño para miles de turistas cada año. Sus playas, además de ofrecer relax y diversión, a veces guardan secretos insospechados. Uno de estos misterios salió a la luz recientemente en Sant Cugat (Barcelona), demostrando que, en ocasiones, un simple recuerdo de vacaciones puede convertirse en una historia de película.
Todo comenzó hace aproximadamente un año. Una niña, disfrutando de un día de playa en la Costa Brava (Girona), encontró una piedra que le pareció interesante. Con la inocencia propia de la infancia, decidió llevársela a casa como un tesoro personal. Un acto tan cotidiano y aparentemente inofensivo que nadie podría haber imaginado el peligro que contenía.
Durante meses, la "piedra" permaneció en el hogar de Sant Cugat, pasando desapercibida como un objeto más. Sin embargo, el tiempo, la manipulación y el desgaste natural comenzaron a hacer su trabajo, revelando una verdad que dejaría a toda la familia en estado de shock.
El pasado sábado por la tarde, la madre de la niña hizo un descubrimiento escalofriante. La piedra, que su hija había recogido un año atrás, se estaba desprendiendo, y lo que emergió de su interior no era mineral, sino metal. Poco a poco, la forma se hizo inconfundible: una granada.
La sorpresa y el pánico debieron ser mayúsculos. Imaginar que un artefacto explosivo había estado en casa, al alcance de una menor, durante tanto tiempo, es algo que hiela la sangre. Sin dudarlo, la madre actuó con la rapidez y la prudencia necesarias, llamando de inmediato al 112 para alertar a las autoridades.
La respuesta no se hizo esperar. Agentes de los Mossos d'Esquadra, específicamente los TEDAX (Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos), se desplazaron al domicilio de Sant Cugat. Su pericia y profesionalidad fueron clave para manejar la delicada situación. Con la máxima seguridad, los artificieros procedieron a retirar el artefacto, garantizando que el peligro fuera neutralizado sin incidentes.
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La policía catalana ha compartido la noticia a través de sus redes sociales, destacando la importancia de la prudencia y de alertar a las autoridades ante cualquier hallazgo sospechoso.