En el mundo de la sismología, la precisión en la medición y comprensión de los terremotos es fundamental para evaluar su impacto y tomar medidas preventivas. Para lograrlo, se emplean diversas escalas que permiten cuantificar y cualificar los sismos de manera eficiente y efectiva.
Sismógrafos: la base de la medición
Los sismógrafos son instrumentos cruciales en la medición desismos
. Estos dispositivos registran los movimientos del terreno y, a partir de estos registros, se calcula la energía sísmica liberada en la fuente, es decir, su magnitud. Durante muchos años, la escala de Richter fue la herramienta principal para determinar el tamaño de un sismo y, en consecuencia, medir la energía liberada en su origen.
Aunque la escala de Richter fue una referencia importante en la medición de sismos, su uso ha disminuido con el tiempo. Esto se debe al surgimiento de métodos más precisos y universales, como la Escala de Magnitud de Momento (Mw). A diferencia de la escala de Richter, la Mw no se basa únicamente en la amplitud de las ondas sísmicas, sino que considera elementos como el área de la superficie de la falla que se desplaza y la cantidad de deslizamiento. Esta aproximación proporciona una evaluación más precisa de la energía liberada y resulta más adecuada para medir terremotos de magnitud considerable.
Intensidad y sus matices
Junto con la magnitud, la intensidad es un factor crucial en la medición de sismos. La intensidad se evalúa a través de los efectos y daños causados en las poblaciones, las edificaciones y el entorno natural. Para medir la intensidad, se utilizan cuestionarios que indagan acerca de las percepciones de las comunidades afectadas. Dado que un sismo puede tener un solo valor de magnitud y profundidad, la intensidad puede variar en función de factores como la distancia a la fuente, las características del suelo y la vulnerabilidad de las estructuras y su entorno.
La Escala de Mercalli
Mientras las escalas anteriores se centran en mediciones cuantitativas, la Escala de Mercalli adopta un enfoque cualitativo. Esta escala, que abarca desde el nivel I (no sentido) hasta el nivel XII (destrucción total), se basa en los efectos reales del terremoto en la superficie terrestre y en las estructuras. Los informes de observadores en áreas afectadas son esenciales para asignar un valor en la Escala de Mercalli, lo que proporciona una comprensión directa de cómo se percibió el terremoto y cuál fue su impacto en la comunidad.
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