La Comisión Europea anunció este miércoles la imposición de severas sanciones económicas a losgigantes tecnológicos Apple y Meta, por incumplimiento de las normas de competencia establecidas en la nueva Ley de Mercados Digitales (DMA), vigente desde 2024.
Apple fue sancionada con 500 millones de euros (aproximadamente 570 millones de dólares), mientras queMeta, empresa matriz de Facebooke Instagram, recibió una multa de 200 millones de euros (alrededor de 230 millones de dólares). Se trata de las primeras multas aplicadas bajo esta legislación, que busca regular el poder de mercado de las grandes plataformas digitales.
Medidas contra prácticas anticompetitivas
Según la Comisión, Apple habría restringido a los desarrolladores de aplicaciones alternativas al impedirles ofrecer precios más bajos fuera de su tienda oficial. Por ello, las autoridades ordenaron a la empresa “eliminar todas las restricciones técnicas y comerciales que limiten la competencia” y evitar repetir prácticas similares.
Apple respondió que apelará la decisión y criticó el proceso, asegurando que ha invertido “centenas de miles de horas de ingeniería” para adaptarse a los requerimientos de la DMA. “La Comisión sigue cambiando las reglas en cada paso del camino”, afirmó la compañía en un comunicado.
Por su parte, Meta fue multada por implementar un modelo de privacidad que obliga a los usuarios a pagar una suscripción si no desean que sus datos sean utilizados con fines publicitarios. Bruselas considera que esta práctica viola el espíritu de la DMA, que exige mayor transparencia y libre elección para los consumidores.
Meta también expresó su intención de apelar la sanción y defendió sus políticas: “Hemos cambiado nuestro modelo dos veces para cumplir con la DMA, y aún así se nos exige ofrecer nuestros servicios gratuitamente”, sostuvo un portavoz. La compañía además acusó a la UE de actuar con un sesgo contra empresas estadounidenses.
Tensión creciente con Estados Unidos
Estas sanciones se producen en un contexto de creciente tensión comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, especialmente desde el regreso de Donald Trump a la presidencia. Washington ha cuestionado tanto la DMA como la Ley de Servicios Digitales (DSA), argumentando que su aplicación afecta de manera desproporcionada a empresas estadounidenses, actuando como una “barrera no arancelaria”.
En respuesta, la comisaria europea de Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, negó que las decisiones estén influenciadas por consideraciones políticas. “Las normas europeas no contemplan excepciones por simpatías o procedencia de las empresas”, afirmó durante una visita oficial a México.
Ribera también recordó que Estados Unidos ha tomado decisiones similares recientemente contra algunas de estas mismas compañías. “Nuestras sanciones son firmes pero equilibradas”, sostuvo.
Próximos pasos
La Comisión Europea dio un plazo de 60 días a ambas empresas para iniciar las modificaciones necesarias. En caso de no cumplir con los requisitos, las multas podrían incrementarse aún más.
Este episodio marca un nuevo capítulo en la disputa global por la regulación del poder de las grandes tecnológicas, y pone a prueba la capacidad de la UE para hacer valer su soberanía digital frente a los gigantes del Silicon Valley.