Este parque de Colombia es más grande que varios países europeos: los supera por mucho
Es considerado una de las áreas protegidas más valiosas del planeta, tanto por su biodiversidad como por su riqueza cultural.
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Colombia es un país que sorprende en cada rincón, pero pocos imaginan que dentro de su territorio se esconde un lugar tan vasto que supera en tamaño a países enteros de Europa. Se trata del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, ubicado entre los departamentos del Guaviare y Caquetá, un santuario natural tan imponente que parece sacado de otra era.
Aunque no está abierto al turismo convencional, Chiribiquete es considerado una de las áreas protegidas más valiosas del planeta, tanto por su biodiversidad como por su riqueza cultural. Este paraíso fue declarado Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO en 2018, y desde entonces ha despertado la admiración de científicos, ambientalistas y viajeros que sueñan con contemplarlo, aunque sea desde el aire.
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete tiene una extensión de 4.268.095 hectáreas, es decir, unos 42.680 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en el área protegida continental más grande de Colombia. Para dimensionar su magnitud, basta con compararlo con países como Bélgica, Suiza o Países Bajos.
Mientras Bélgica cuenta con cerca de 30.500 km² y Suiza con unos 41.200 km², Chiribiquete los supera con facilidad. Incluso, su extensión es casi el doble de la de Albania y se aproxima al tamaño de Dinamarca (42.933 km²). En otras palabras, si el parque fuera un país, estaría a la mitad del ranking europeo por superficie.
Este gigantesco pulmón verde conserva ecosistemas amazónicos prácticamente intactos, con selvas, montañas rocosas y ríos que parecen trazados por la naturaleza misma. También es hogar de cientos de especies de flora y fauna, muchas únicas en el planeta, y refugio de comunidades indígenas en aislamiento voluntario.
Chiribiquete no es un destino turístico común. Su acceso está restringido para proteger la biodiversidad y las comunidades que habitan la zona. No existen carreteras ni senderos para visitantes, y las únicas actividades permitidas son de investigación científica, monitoreo ambiental o sobrevuelos autorizados por Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Los sobrevuelos parten desde el aeropuerto Jorge Enrique González, en San José del Guaviare, y duran cerca de tres horas. Solo pueden realizarse con permiso previo y, en la mayoría de los casos, hacen parte de expediciones académicas o documentales.
Más allá de su tamaño, Chiribiquete es un tesoro para la ciencia y la humanidad. En sus paredes de piedra se conservan más de 70.000 pictogramas rupestres, algunos con más de 20.000 años de antigüedad. Estas pinturas narran historias de los pueblos indígenas que habitaron la Amazonía y reflejan su relación espiritual con la naturaleza.
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Por su valor ecológico, histórico y simbólico, el parque es conocido como “la maloca del jaguar”, un espacio sagrado que representa el equilibrio entre el ser humano y la selva. En tiempos donde el planeta busca soluciones frente al cambio climático, Chiribiquete se alza como un recordatorio de lo esencial, proteger lo que aún permanece intacto.