Así era Colombia hace 15 años, antes de los USD10.000 millones del Plan Colombia

Mientras en el mundo entero se hablada del cambio de milenio, el temor por el Y2K el fallo de las computadoras en todo el planeta, Putin surgía como líder mundial, Fujimori ascendía por tercer periodo consecutivo en Perú y caía ese mismo año para siempre, se jugaban los Olímpico en Sydney, Dan Brawn publicaba su bestseller "Ángeles y Demonios", la epidemia de las "Vacas Locas" asolaba Europa, el país estaba locamente enamorado de Betty la fea más linda de la televisión, El terror dominaba las pantallas del cine en Colombia con El Exorcista II, pero el miedo en el campo colombiano era real: Las Farc dominaban un enorme territorio de 42 mil kilómetros cuadrados, el doble de superficie de Cundinamarca, y allí terminaban muchos de los secuestrados por ese grupo guerrillero. Ese era el delito de mayor impacto en Colombia para el año 2000, con 3.572 personas en cautiverio, la cifra más alta de secuestros hasta ahora en el país. Bogotá estrenaba TransMilenio y el hoy alcalde de la capital, Enrique Peñalosa, también lo era en ese momento. (Lea además: El país cambió de manera radical gracias al Plan Colombia: presidente del BID). 308 mil colombianos, presas del terror habían huido del campo, desplazados por los paras o la guerrilla y los semáforos de Bogotá y de las principales ciudades comenzaron a verse de pronto inundados de familias campesinas que llegaban a sobrevivir de la caridad. La telefonía celular no llegaba ni al 10 % de la penetración y el Megane de Renault era el carro del año. Víctor G. Ricardo, el comisionado de paz del entonces presidente Andrés Pastrana, recorría al lado de Raul Reyes y varios jefes guerrilleros más, Suecia, Noruega, Italia, El Vaticano, España, Suiza y Francia para buscar apoyo para los diálogos de paz. Mientras, en Colombia las AUC desmembraban a 100 personas con motosierras en El Salado, Bolívar, también lo hicieron en Macayepo y los guerrilleros que no habían ido al paseo a Europa volaban a 2 personas con un collar bomba, que estuvo a punto de volar también el proceso de paz. Ese fue el año en que las Farc mataron en una carretera del Huila al presidente de la Comisión de paz del Congreso, Diego Turbay Cote secuestraron también al congresista, Oscar Tulio Lizcano, al exministro Fernando Araujo, desviaron un avión y lo llevan a San Vicente del Caguán, tomaron como rehén a Juliana Villegas, hija del entonces presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, cosa curiosa hoy ministro de defensa con la misión de construir unas fuerzas militares para el posconflicto. Mientras el país estaba cerca al precipicio, con una guerrilla cómoda en su refugio poniendo contra la pared al país y al gobierno, en la radio sonaba estrepitosamente el último y grande éxito de Celia Cruz, dos años antes de su muerte. "Siempre Viviré". Hoy, 15 años después, el secuestro está en sus niveles más bajos, los cultivos ilícitos se han disparado e impera un ambiente esperanzador.