Además, solicitó frenar las constantes violaciones a los derechos humanos que se evidencian en los contratos de alimentación en las 128 cárceles del país.
Tras casi un año de investigación, el joven agresor, de 17 años, apenas fue aprehendido por los hechos en los que ingresó hasta la vivienda de las víctimas.
Según las autoridades, el hecho no se consumó debido a que al hombre no le habría funcionado la candela o encendedor al momento de prenderle fuego a la vivienda.
Sin embargo, afirman que su principal preocupación es que cuando comience a operar la segunda turbina de Hidroituango este tipo de subiendas se acabarán.