Cartagena, destino del turismo sexual: columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre el turismo sexual en la capital de Bolívar.
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El alcalde encargado de Cartagena, Pedrito Pereira, reaccionó de forma inmediata y contundente a las versiones de altos funcionarios del gobierno español, según las cuales jueces y fiscales de ese país habrían tenido relaciones o contactos sexuales con menores de edad de la ciudad en la década de los 90.
El alcalde Pereira pidió el esclarecimiento de los hechos y solicitó a la Fiscalía General la extradición de los funcionarios judiciales españoles involucrados en los mismos.
El escándalo, que tiene conmocionado al mundo político y judicial de España, se destapó por las afirmaciones de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, según las cuales ella vio a “jueces y fiscales con menores de edad durante un viaje a Cartagena en la década de los 90”, cuando se desempeñaba como fiscal de la Audiencia Nacional.
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Por cuenta del escándalo, la oposición política española pidió la renuncia de la Ministra por no haber denunciado los hechos en el momento en que ocurrieron.
Pero también deberían exigir un castigo ejemplar para los jueces y fiscales que tuvieron contactos y encuentros sexuales con menores de edad en Cartagena.
La Fiscalía General, como pide Pereira, debe emplearse a fondo para esclarecer los hechos y de ser necesario solicitar la extradición de los entonces funcionarios judiciales.
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Sería un buen precedente para empezar a poner fin a la figura perversa y criminal que se instaló en algunos países del mundo, según la cual Cartagena es el destino turístico predilecto para la prostitución infantil y el abuso sexual de menores de edad.
Cartagena tiene muchísimos lugares, todos muy hermosos y llenos de historia, que se pueden visitar y disfrutar, como para que su mayor atractivo termine siendo la práctica de uno de los delitos más combatidos por las autoridades, como es la prostitución infantil.
El Gobierno Nacional también debería ser solidario y acompañar al alcalde Pereira en sus justos reclamos.
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