Un ‘tintico’ con maromas y traiciones: columna de Óscar Montes
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Los candidatos Humberto De la Calle y Sergio Fajardo se tomaron ayer en Bogotá y durante tres horas el tinto que habían aplazado hace varios meses, cuando la suerte les sonreía a ambos, en especial al candidato verde, quien entonces arrasaba en las encuestas. En aquella oportunidad Fajardo le dijo que no a De la Calle.
Pero los tiempos cambiaron de forma drástica y hoy ambos candidatos figuran rezagados en las encuestas.
Por esa razón acordaron tomarse un tinto para buscar posibles acuerdos que les permita derrotar a Iván Duque y a Gustavo Petro, los candidatos punteros. Ayer De la Calle y Fajardo descubrieron las afinidades políticas que antes habían ignorado por conveniencia.
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Luego del tintico de ayer, De la Calle expresó que elevará una consulta al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que le diga si es viable participar en otra consulta interpartidista, luego de haber sido elegido, también en otra consulta popular, como candidato único del Partido Liberal. Consulta que dicho sea de paso nos costó a los colombianos 40.000 millones de pesos.
Y por otra parte afirmó que debe hablar con el ex presidente de la República y presidente del liberalismo, César Gaviria, para conocer su opinión sobre el acercamiento con Fajardo. Es decir, la suerte De la Calle no depende de su voluntad, sino de la voluntad y las decisiones de terceros.
La consulta al CNE no será fácil de resolver, porque existen serias y fundamentadas dudas acerca de la viabilidad jurídica que tendría una consulta interpartidista después de haber sido elegido candidato presidencial en una de ellas.
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La Ley 2475 de 2011 no deja dudas sobre el asunto en cuestión: "Los partidos y movimientos políticos y sus directivos, las coaliciones, sus promotores de los grupos significativos de ciudadanos y los precandidatos que participaron en la consulta, no podrán inscribir ni apoyar candidatos distintos a los seleccionados en dicho mecanismo, con excepción de los casos de muerte o incapacidad absoluta del candidato así seleccionado", dice textualmente dicha Ley.
En caso de incumplir con la norma, entonces el candidato deberá cancelar lo invertido en dicha consulta, que como se sabe costó 40.000 millones de pesos.
El candidato De la Calle ha cuestionado de manera muy severa a los congresistas liberales que han venido conversando con los candidatos Iván Duque y Germán Vargas con miras a futuros respaldos. Los ha llamado "traidores" y los señala de valerse de "maromas" tratar de justificar esos acercamientos.
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La política es dinámica y los hechos son tozudos. De manera que así como De la Calle considera que tiene derecho a reunirse con otro candidato presidencial para explorar futuras alianzas, los congresistas también se creen facultados para hacerlo. Así que bien valdría la pena preguntarse, ¿quién traiciona a quién? Y de igual manera habría que establecer quién es el maromero en esta oportunidad.