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Una mujer de 50 años fue la primera persona confirmada en Medellín con COVID-19. El caso se registró el 9 de marzo de 2020, luego de que las autoridades sanitarias analizaron durante días una prueba para detectar el virus.
Esta ciudadana arribó en un vuelo al Aeropuerto José María Córdova de Rionegro procedente de Madrid -España el 2 de marzo de ese mismo año, pero, en ese momento, no fueron evidenciados los síntomas y solo una semana más tarde fue diagnosticado.
Este caso fue registrado solo tres días después del primer contagiado conocido en el país.
Desde entonces se aplicaron una serie de medidas sanitarias para contener el virus, como los toques de queda, pico y cédula, restricciones hospitalarias, y cierres del comercio, entre otras decisiones.
Según Rita Almanza, epidemióloga de la Secretaría de Salud de Medellín, este tipo de medidas ayudaron a contener la pandemia.
“La ciudad se encuentra en una fase activa de transmisión, da cuenta de eso el aumento de 15% de las infecciones en las últimas dos semanas. Por eso medidas como ley seca son importantes porque alrededor del licor y salidas nocturnas facilitan las aglomeraciones que pueden generar la transmisión”, dijo la funcionaria.
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Un año después se pasó de un caso a 348.800 contagios en todo Antioquia, de los cuales el 82.3% se registra en el Valle de Aburrá. Además, 6.640 personas han perdido la vida por esta pandemia.
Sin embargo, en medio de tanta crisis, ya se ve una pequeña luz al final del túnel pues, desde que comenzó la vacunación contra el COVID-19 en el departamento hace 20 días, ya han sido aplicadas 46.148 dosis al personal de salud de primera línea y a los adultos mayores de 80 años.
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